Cientos de organizaciones pro-vida convocaron a sus agremiado en un mitin previo en la plaza central de Washington conocida como el Mall Nacional en donde legisladores, líderes religiosos y mujeres defendieron “el derecho a la vida”. (EFE)
Miles de manifestantes contra el aborto participaron hoy en la marcha pro-vida en la capital, para marcar su rechazo al fallo de la Suprema Corte de 1973, conocido como Roe contra Wade, que legalizó el aborto en Estados Unidos.
Cientos de organizaciones pro-vida convocaron a sus agremiado en un mitin previo en la plaza central de Washington conocida como el Mall Nacional en donde legisladores, líderes religiosos y mujeres defendieron “el derecho a la vida”.
El representante Daniel Lipinski, demócrata por el estado de Illinois, destacó que la Cámara de Representes presentó a voto este jueves una legislación que prohíbe el uso de fondos federales para practicar abortos en respaldo a la edición 42 de la marcha anual pro-vida.
Carl Anderson, líder de la organización conservadora Caballeros de Colón, entusiasmó a los miles de asistentes que soportaron una temperatura de tres grados centígrados, al apuntar que cada año crece en Estados Unidos el rechazo al aborto.
Jóvenes portaron pancartas con la leyenda “soy la generación pro-vida”, “la vida cuenta”, “defiende la vida”.
Otros ondearon banderas del Vaticano y Estados Unidos, así como estandartes de imágenes religiosas, incluyendo la virgen de Guadalupe entre organizaciones católicas latinas.
“Hay que estar en contra del aborto, porque desde la concepción, hay una vida que merece un respeto”, dijo a Notimex la salvadoreña Margarita Cruz, residente del estado de Connecticut.
Michael Brandon, de la zona rural en el condado Carrol en Maryland, indicó que cada año participa en la marcha en apoyo a su esposa que se practicó una aborto hace 13 años del que “desde entonces se ha arrepentido”.
La marcha se enfiló hacia el edificio de la Suprema Corte, en donde cada año desde 1974 piden la “restauración de la justicia” o la anulación de fallo que ratificara el aborto como derecho constitucional para las estadounidenses un año antes.
La víspera, un grupo de legisladoras republicanas convencieron a su liderazgo en la cámara baja para no presentar una legislación más restrictiva que prohibiría el aborto en embarazos de 20 semanas o más.
Las republicanas expusieron la impopularidad de la medida entre las votantes mujeres y jóvenes, sectores que el Partido Republicano trata de cultivar con miras a la elección de 2016.