A la mayoría de las niñas y niños le llegará su momento de crecer; para ellos los padres deberán hablarles con confianza y honestidad. (ARCHIVO)
El crecimiento diferenciado de niñas y niños puede ocasionar problemas de aprendizaje, inseguridad y acoso escolar para un menor, situaciones que puede corregirse con la adecuada plática de padres a hijos, sobre su desarrollo.
En la charla denominada “Pubertad, última fase del crecimiento de los niños”, la endocrinóloga pediátrica, Mercedes Medina Aguilar, expuso que el crecimiento de los menores no siempre es igual, pues mientras la pubertad para algunos menores llega en la primaria, para otros aparece hasta la secundaria.
Una mayor estatura o la aparición de caracteres sexuales secundarios, puede ser para muchas niñas y niños que no han vivido estos cambios, motivo de burla, falta de autoestima e incluso del llamado acoso escolar.
Y es que, destacó, la pubertad llega a edades distintas, en las niñas se presenta entre los ocho y los 14 años, con signos como la aparición de la menstruación o el crecimiento de los senos; en tanto que los cambios en los varones se presentan de los nueve a los 15 años.
“Si estos cambios aparece antes de los ocho años, hablaríamos entonces de una pubertad precoz, y si después de las edades 14 o 15 años, según el sexo, no aparecieran, entonces hablaríamos de una pubertad tardía. Ambos casos ya serían considerados como problemas de salud”, aclaró.
Sin embargo, la especialista indicó que fuera de esos dos problemas de salud, a la mayoría de las niñas y niños le llegará su momento de crecer; para ellos los padres deberán hablarles con confianza y honestidad desde los ocho años.
Planteó que la escuela debe proporcionar también la información, pues “la ausencia de formación puede derivar en problemas deportivos, de aprendizajes, pues niñas y niños se sienten diferentes y piensan que se cae el mundo porque nunca van a crecer”.
“Una de las primeras acciones que debemos tomar es encontrar el tiempo oportuno y el espacio adecuado para hablar con los hijos, donde subrayemos que les llegará el momento de crecer”, consideró.
También, siguió, “debemos estar listos para responder a todas sus preguntas, con honestidad y apertura, sin tabús o información errónea, donde platiquemos que las personas crecen en forma diferentes; además de la higiene del cuerpo que deben tener”.
Lo ideal es que los padres de familia hablen con las niñas desde antes de la menstruación, sobre ese tema importante de su desarrollo, incluso sobre la higiene que deben en esta fase de su vida, apuntó.
Otro aspecto es tener un estilo de vida saludable, con la práctica de ejercicio, que debe fomentarse en los niños desde que estos están en preescolar, añadió.
El pico máximo de crecimiento de una persona se da en la pubertad, por esa razón “debemos apoyar a nuestros hijos en esta etapa del desarrollo y acudir al médico para su valoración por lo menos una vez por año”.
