Jugadores del Chelsea celebran el tercer gol de equipo logrado por el delantero Diego Costa. (AP)
El Chelsea rompió su mala racha de resultados, tras imponerse ayer por un contundente 4-0 al Maccabi de Tel-Aviv, en una goleada con marcado acento español, gracias a los tantos de Cesc Fàbregas y de Diego Costa.
Tras la contundente derrota encajada el pasado fin de semana en el campo del Everton, José Mourinho no dudó en revolucionar el once inicial, que presentó hasta seis novedades con relación al equipo que cayó en Goodison Park.
Entre ellas, la del centrocampista Willian, que protagonizó el arranque de partido, tras forzar a los cinco minutos un penalti, que Eden Hazard no acertó a transformar y anotar diez minutos más tarde, en el 15, el primer tanto local con un lanzamiento de falta en el que el portero Predrag Rajkovic pudo hacer mucho más.
Una sobresaliente actuación que se vio frenada de golpe por una inoportuna lesión, que obligó a William a abandonar el terreno de juego a los 23 minutos, sustituido por el Diego Costa, que tomó el relevo de William como máximo protagonista del encuentro.
Costa provocó en el tiempo de prolongación de la primera parte un nuevo penalti, que en esta ocasión el brasileño Oscar no desaprovechó, para encarrilar definitivamente (2-0) la victoria del conjunto inglés.
Un marcador que el propio Diego Costa se encargó de ampliar para los londinenses (3-0) a los 58 minutos, tras resolver con una espectacular volea en el interior del área israelí.
Cesc Fábregas fue el encargado de cerrar la cuenta local, al firmar a los 78 minutos el definitivo 4-0, tras aprovechar un rechace del meta visitante Rajkovic.