Ha sido la elección más cerrada para gobernador que yo recuerde. Ignacio Peralta, sin embargo, ha mantenido una precaria victoria que al final lo ha ubicado 506 votos arriba, 0.16 por ciento, del panista Jorge Luis Preciado.
No es inusitado que Colima tenga elecciones cerradas. Si bien es uno de los estados que no ha conocido alternancia de partidos en el ejecutivo, durante años los comicios han sido muy disputados. La elección del 6 de julio de 2003 fue anulada por el Tribunal Electoral, aunque no por lo cerrada sino por un supuesto apoyo del gobernador Fernando Moreno Peña al candidato del PRI Gustavo Vázquez Montes, quien meses después volvió a ganar los comicios y sirvió como gobernador hasta su muerte en 2005 en un accidente de aviación.
La contienda por el gobierno de este 2015 prometía ser contrastante desde un principio. Peralta, después de todo, es un priista atípico, pero también Preciado es un panista fuera de normas.
El priista tiene una licenciatura en economía del ITAM y una maestría de la Universidad de Essex en Inglaterra. Fue reconocido como Young Global Leader por el Foro Económico Mundial. Además de haber sido presidente municipal de la ciudad de Colima, un puesto político, ha sido subsecretario de comunicaciones, responsabilidad técnica en la que logró la aprobación de la compleja Reforma de Telecomunicaciones. Peralta fue postulado como candidato por el PRI y el Partido Verde con el respaldo del presidente Enrique Peña Nieto, aunque claramente no gozaba del apoyo del gobernador Mario Anguiano.
Preciado, en contraste, fue líder juvenil del PRI en la Universidad de Colima, de la que se graduó como abogado, y él mismo se precia de que fue "muy combativo". Desde 1996 ha sido militante del PAN, partido por el cual ha sido legislador en varias ocasiones hasta llegar al Senado y a la coordinación de los senadores del PAN. A Preciado se le considera uno de los más significativos representantes del panismo bronco y populachero.
El viejo estilo de Preciado se manifiesta en las estrategias que ha dado a conocer para combatir el resultado de la elección de este 7 de junio. La impugnación ante los tribunales es casi automática, ya que la actual legislación electoral judicializa de manera irremediable los procesos electores. Pero Preciado no parece quedarse en la mera impugnación. A la queja legal ha añadido la amenaza de encabezar movilizaciones y bloqueos de carretera. En otras palabras, para supuestamente defender el derecho de los colimenses a su voto, ofrece agredir a los mismos colimenses, tanto a los que votaron por él como a los que lo hicieron por otros candidatos. Es el estilo de Preciado desde que militaba en las juventudes priistas.
Peralta señala que esta ha sido la elección más vigilada de la historia de Colima y me parece que tiene razón. A los resultados del PREP hay que añadir la suma de las actas y al final un nuevo recuento voto por voto y casilla por casilla. En los tres casos el candidato priista resultó ganador por montos similares. Las diferencias se explican por errores humanos naturales en una elección con cientos de miles de votos. No parece haber mucha duda de que Peralta es el ganador en las boletas que se depositaron en las urnas.
Al final el triunfo puede darse por 506 sufragios o por uno solo. Esto lo saben bien los panistas que defendieron el estrecho triunfo de Felipe Calderón contra Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial de 2006. Preciado tratará de llevar la impugnación hasta la última instancia. Es su derecho. Pero mal hará si, por fuera del proceso jurídico, busca agredir a los ciudadanos de Colima con bloqueos de carreteras.
LA QUINCENA
Finalmente la SEP ha decidido retener el salario de los maestros de la sección 22 que se encuentran en paro. Como lo dije ayer, esta es una medida crucial que la ley avala (de hecho, la legislación ordena el despido de los faltistas). Habrá que ver ahora si las presiones políticas no obligan a la SEP a pagar esta quincena más tarde.