La sentencia detona la discusión. La sala decidió, por principios, en contra de lo que piensa la mayoría de la población. La Presidencia reaccionó con frialdad. Desde la perspectiva de la salud pública puede haber consecuencias. La prevención urge. El avance doctrinal y la riqueza de la discusión alientan. Es otro México. ¿Habrá amnistía? Suena lógico. Pero mientras, en México, se sigue casi con obsesión un asunto de país desarrollado, el mundo se mueve incontenible en otros compases.
La ONU llega a su aniversario 70. Sus limitaciones son evidentes. Ha sido incapaz de contener la furia destructiva del ser humano. ¿Acaso puede? Nació tatuada por el Holocausto, pero después vendría POl POt, Ruanda, los Balcanes, el genocidio Kurdo perpetrado por Turquía e Irak con todo tipo de armamento europeo, etc. El desfile no termina, como recordatorio permanente está el conflicto árabe-israelí. Entonces ¿por qué festejar? Con todas sus debilidades la ONU es la mejor creación del ser humano para intentar una convivencia pacífica. Sin ella podría ser mucho peor, pero la necesidad de rediseño es clara.
Setenta años lleva Taiwán sometida a la soberanía china; sesenta y seis sin un encuentro como el de Singapur. Xi Jinpin y Ma Ying-jeou intercambian saludos. Complicada historia de la pequeña isla Formosa, -hermosa- nombrada así por sus conquistadores portugueses. Después llegarían los holandeses para ceder ante la primera invasión China en el siglo XVII. Ahí inician las tensiones, la isla se convertiría en un estado independiente, pero de nuevo sería invadida por los chinos. EU y Francia también intentan dominarla, pero fracasan. China, como resultado del acuerdo de paz con Japón, le cede los derechos. Los taiwaneses rechazan el acuerdo. Nace la República de Formosa que vivirá 184 días. El dominio japonés durará medio siglo, la etapa de gran desarrollo que finaliza en 1945.
El sábado en Singapur inició lo que quiere ser un nuevo capítulo de la misma saga. Predominó el pragmatismo: para China frenar a los independentistas; para el taiwanés preservar el poder y obtener beneficios. Bicicletas, motocicletas, computadoras -Acer- tablets, nanotecnología, todos producidos en la pequeña Taiwán de 36 mil km2 y 23 millones de habitantes que hoy tiene el perfil de un país desarrollado. Por eso el gigante chino no quiere perderla. La considera parte de su territorio. Pequeña potencia, y, sin embargo, su estatuto nacional de independencia está en entredicho. Qué lejos se mira esa discusión para México.
De reencuentros se trata. México y Cuba relanzan su relación. Visita de estado, la primera desde 1960. De otro tipo, muchas. Porque la "hermandad indestructible" que hoy revive pasó por días nublados con aquello del "comes y te vas". El enfriamiento de las relaciones tenía razón de ser: la ausencia de democracia y respeto a los derechos humanos en la isla, no es poca cosa. El escenario es hoy diferente, la distensión entre EU y Cuba puede ayudar. El bloqueo fracasó, pero hasta ahora Cuba no da muestras de apertura política, incluso Francisco evadió el tema. La pregunta central es la misma.
Los hermanos Castro están a prueba, no lo parece. Se restablecieron las relaciones con EU, ya hay embajadas. Pero el levantamiento del bloqueo pasa por el Congreso de EU Se exigirá democracia plena. Raúl Castro violó aquí formas y protocolos. Su automóvil llegó hasta el patio de la sede; pasó revista a tropas con un militar cubano al lado, ni Obama; impuso al nieto en todo momento. ¿Dinastía dictatorial o democracia?
Hay más, la paradigmática transición española pareciera haber entrado a un camino sin retorno. La Constitución de 1978 pasó de orgullo a centro de críticas. Cataluña es el gatillo que puede disparar la ola centrífuga. ¿Serán Taiwán, Cataluña y Euskadi los próximos en la lista de los 193 estados de la comunidad internacional? ¿Pueden los pequeños estados-nación competir con los gigantes de manera exitosa? Suiza, los Países Bajos, Taiwán serían ejemplos de éxito. Pero, ¿no serán excepciones?
Myanmar, la antigua Birmania, acude en masa a las urnas, pero el odio de los conflictos étnicos y religiosos merodea. Civilización vs. barbarie, todo en pleno siglo XXI. Lo inmediato será un régimen sustentado en el carisma y legitimidad personal de Aung San Suu Kyi, "la Dama". Suena conocido el largo camino hacia la vida institucional. Si el llamado por la identidad es tan poderoso, si la necesidad de pertenencia y por ende el rechazo del otro es tan imperiosa, el siglo XXI pudiera ser testigo de esa multiplicación asombrosa de naciones. Los viejos y los nuevos gigantes conviviendo con los pequeños. ¿Cómo se verían los catalanes solos en ese mundo? En el horizonte se confirman dos grandes impulsos: el hambre de prosperidad y la identidad como razón de ser. Compaginarlas es el gran reto.