Homologación. A partir del primero de octubre, el salario mínimo será de 70.10 pesos en todo el país. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El aumento al salario mínimo y la homologación a 70.10 pesos que se planteó en todo el país será un proceso complicado porque no va acompañada por incentivos para las empresas y no se presenta en el mejor momento, luego del incremento en las auditorías, fiscalizaciones y la contabilidad electrónica.
Así lo manifestó Roberto Muñoz del Río, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Laguna, explicó que se ha observado el crecimiento que ha tenido el país y el 95 por ciento de las empresas son Pequeñas y Medianas (Pymes), con 1 a 10 empleados, de los cuales, han tenido que dedicar a 4 a responder auditorías y fiscalizaciones.
"Han aumentado los gastos operativos por las inspecciones y fiscalizaciones, incluso hemos detectado que una parte de las empresas han pasado a la informalidad", comentó.
Esto aunado a la última reforma tributaria, que implica más impuestos, conlleva una baja del poder adquisitivo. Indicó que el poder adquisitivo en las empresas no es suficiente para solventar estos gastos, aún cuando están de acuerdo en que el salario no es suficiente.
"Pero debe ir de la mano de la posibilidad de las empresas de poder aumentar, hay zonas económicamente mejor que otras, es momento de dar incentivos a las empresas para generar más impuestos, se ha desatendido esta parte", expresó.
Muñoz dijo que las inversiones no son las suficientes para generar nuevas fuentes de trabajo y que se requiere de más incentivos para las empresas y emprendedores, por lo que el panorama resulta muy complicado.
"No sabemos cómo lo van a ver las empresas, posiblemente muchas se van a inconformar con este anuncio", dijo el titular de la Coparmex Laguna.