EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Complot

Diálogo

YAMIL DARWICH

Al revisar las condiciones del mundo actual descubrimos que cada día se efectúan acciones que van en detrimento de la calidad de vida de todos; muchos se sumen en la miseria y los pocos se enriquecen cada vez más.

Vivimos en crisis de energía, hambruna, inseguridad, salud y bienestar social.

Pareciera que hemos perdido el control de nuestro desarrollo y evolución y que los sistemas y las instituciones están agotados. ¿Será así?

Ya en otro Diálogo tratamos el tema de la posmodernidad que, al parecer, nos lleva a la deshumanización o al menos a cambios bruscos del sentido de la vida y entre todos los argumentos aparece uno que de primera intención se considera arrojado y hasta irracional; se trata de la idea de la existencia de un complot de pocos para controlar al resto del mundo.

Cierto que a algunos los muestran como ilusos y hasta locos, pero otros tratan el asunto con tal cordura y lógica que bien merecen un poco de nuestro pensamiento.

En general son incluidos en "La Teoría del Complot", mezclados, generando la confusión ¿intencional?, que anula interés para su atención.

Es claro que la modernidad mueve al cambio del pensar y actuar de las sociedades occidentales positivamente, con aspectos centrados en el individuo y su ser íntimo; otros menos beneficiosos, sensibilizándonos para el consumo, llevándonos de la libre expresión al libertinaje, olvidándonos del estudio y análisis de nuestras creencias, hasta la superficialidad.

Los positivistas humanistas pronostican una nueva era de luminosidad y conocimiento y los negativistas piensan en la destrucción de la raza humana.

Los primeros defienden su postura exhibiendo los avances de las ciencias y las técnicas como medio para un futuro prometedor para la raza humana; los segundos, argumentando sobre las mismas bases, analizando las posibilidades de destruir nuestro real y único patrimonio: el genoma humano. ¿Con cuál tendencia se identifica?

Los "complotistas" aseguran que un pequeño grupo de familias humanas pretenden controlar al resto del mundo, apoderándose de los bienes mundiales, organizados paraapoderarse cuatro estructuras fundamentales: dinero, energía, alimento y agua.

Afirman que ya se han apoderado y utilizan para lograr sus fines a la industria farmacéuticacon manipulación de descubrimientos, hasta administrarlos con fines de lucro sin considerar a los seres humanos; la salud mundial, que también es utilizada a su conveniencia y acusándolos -los más atrevidos- de ser provocadores de epidemias; la educación, fraccionándola en la más elemental: sólo para la producción -para el tercer mundo- y la profunda y de investigación orientada a preparar a los líderes mundiales y ubicada en los llamados países desarrollados; por último, la comunicación, con el absoluto dominio de los medios internacionales, que distribuyen noticias a sus conveniencias.

Me propuse investigar y me asombré de lo descubierto: son contados los consorcios internacionales propietarios de esos bienes y los que quedan libres están dominados por reglas básicas que les limitan sus posibilidades de desarrollo, utilizando los fundamentos en materias de costeo, productividad, distribución, comunicación, etc.

Esos mismos "disidentes" del sistema mundial, han denunciado los medios por los que logran sus propósitos; enuncian:

El control de la economía, encabezado por la Reserva Federal de EUA, el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, entre otros. Desde ahí dictan bases económicas, orientaciones políticas y, dado el caso, medidas remediales para reorientar el rumbo y continuar ejerciendo el poder.

Concientice el intento por dominar el monopolio de la fuerza a nivel mundial aplicada contra los opositores. Sin duda que occidente posee el poder militar suficiente para sofocar cualquier intento de rebeldía y se calcula que continuará en esa posición al menos las próximas décadas, si continúa aplicando recursos estratosféricos para el desarrollo tecnológico.

El control de la disidencia mundial, con equipos de comunicación, rastreo y registros computacionales altamente sofisticados. Piense en las últimas guerras tecnificadas y como han podido establecer estrategias militares que les aseguran el éxito alcanzado con sus recursos de guerra.

Hablan del método de contraponer intereses y apoyar a los bandos opositores entregándoles recursos económicos y tecnológicos, según convenga a sus intereses y, lo terrorífico: crear ciclos económicos artificiales que acaban en el empobrecimiento de las mayorías y el enriquecimiento de muy pocos.

El mejor ejemplo es el reciente caso de la quiebra de la industria de la construcción en los Estados Unidos de Norteamérica, en donde liberaron créditos a los ciudadanos sin la seguridad de que podrían pagarles, luego alterar el costo de dinero para que esas propiedades regresaran a su poder; por último, idear el rescate por el propio gobierno.¿Finalmente quién pagó?

Desde luego que revisamos el tema de la conspiración como una hipótesis de complot mundial y habrá que aplicarle pensamiento y estudio para definir cuál es la verdad, que si lo fuera, aún en un pequeñísimo porcentaje, sería terrible. ¿No le parece?

ydarwich@ual.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1114656

elsiglo.mx