LaMarcus Aldridge y Tim Duncan lucen como uno de los favoritos para obtener el título de la NBA. Con Aldridge, los Spurs lucen aún mejor
Ningún equipo de la NBA acumula más victorias que los Spurs de San Antonio en los últimos 20 años. Sin importar que sea la campaña regular o los playoffs, siempre encabezan la lista de favoritos.
Y ahora están ganando también en otro ámbito: el de las negociaciones previas a una campaña.
La noticia de que LaMarcus Aldridge se incorporaba a sus filas a mediados de este año representó una movida maestra de los Spurs, que por algún motivo no suelen ser el equipo que se lleva el premio mayor en el mercado de agentes libres. El exastro de Portland vuelve a una zona que le resulta conocida. Es originario de Dallas y jugó en el nivel colegial aproximadamente a una hora de San Antonio.
El equipo que llegó a la final de la NBA en 2013, se ciñó la corona en 2014 y logró 55 triunfos la campaña pasada luce ahora incluso mejor que eso, quizás mejor que nunca.
"Al paso de los años nos hemos quedado sin firmar a mucha gente", dijo el alero Tim Duncan. "Es la primera vez que conseguimos a alguien de este calibre. Casi me desmayo cuando me enteré".
Otra vez se avizora una dura puja en la Conferencia del Oeste, comenzando con Golden State, el monarca vigente de la NBA. Pero las expectativas sobre los Spurs no podrían ser más altas.
San Antonio contrató a David West, procedente de Indiana, y conservó a Kawhi Leonard, el Jugador Más Valioso de la final de 2014, así como al veterano argentino Manu Ginóbili.
A sus 38 años, no se espera que Ginóbili tenga una gran carga de trabajo. Promedió 10.5 puntos y 22.7 minutos durante la campaña anterior.
Pero para eso está la ayuda que llegó desde fuera.
"Esto me emociona", dijo Ginóbili. "A veces hacen falta pequeños cambios, un ligero sacudón. Pero éste no es pequeño. Cuando miras que LaMarcus es parte del equipo, no es un cambio pequeño. Es muy emocionante y tenemos altas expectativas, como siempre".
Aldridge se muestra ya fascinado con la filosofía de trabajo en los Spurs, sencilla pero exitosa.
"Los jugadores vienen, trabajan duro y se van a casa", resumió Aldridge, electo para el Juego de Estrellas en cada una de las últimas cuatro temporadas. "Los chicos aquí están concentrados".
Además, Aldridge ha conocido ya otra tradición de los Spurs: dar descanso a los jugadores cuando lo necesitan, con la esperanza de tenerlos más frescos en el momento más importante. En los campamentos de prácticas, cuando Aldridge sintió algo de rigidez muscular en un muslo, el entrenador Gregg Popovich insistió en que se tomara el día libre.
"Él no quería", recordó Popovich. "Bueno, bienvenido a los Spurs. Le dije que se sentara".
DUNCAN Y LOS NÚMEROS
Si Duncan aparece en 49 partidos que terminen con victoria de los Spurs en esta temporada, será el tercer jugador en la historia de la NBA en participar de 1.000 triunfos (sin contar los playoffs). Figura ya quinto en la lista histórica de basquetbolistas con más victorias y podría ascender pronto al tercer lugar, tomando en cuenta que es el único detrás de Karl Malone (952) y John Stockton (953) en ese rubro. Una vez que rebase a ese dúo legendario, los únicos jugadores con más triunfos serán Kareem Abdul Jabbar (1,074) y Robert Parish (1,014).
EL PAPEL DE WEST
Tras renunciar a más de 10 millones de dólares sólo para firmar con San Antonio en el receso entre campañas, West sabe que será parte de la unidad reservista de los Spurs. Duncan y Aldridge asumirían los papeles protagónicos como los hombres de mayor estatura. Ello significa que terminará la racha de West, de 780 encuentros jugados de inicio en forma consecutiva, en temporada regular y playoffs. West no aparece como sustituto desde el 20 de abril de 2005. "Es increíble que él haya... renunciado a todo eso", resaltó Duncan.