El exjefe de la Armada Argentina y su segundo fueron condenados a entre un año y ocho y dos años de prisión en suspenso por el espionaje ilegal a políticos, periodistas, y activistas desde una base naval.
La pena fue dispuesta por el juez federal Sebastián Casanello, quien entendió que los almirantes retirados Jorge Godoy y Benito Rótolo incurrieron en el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público por la maniobra de espionaje que fue descubierta en 2006 a partir de la denuncia de un oficial de menor rango que tenía conocimiento de la operación.
Godoy fue sentenciado a dos años de prisión y Rótolo a un año y ocho meses.
Los condenados no irán a la cárcel cuando quede firme la condena. El juez Casanello también ordenó que los exalmirantes realicen cada uno un curso de 50 horas de duración sobre derechos humanos y constitucionales.
De acuerdo con la investigación, la Armada llevó adelante entre la década de 1990 y 2006 espionaje a activistas por los derechos humanos, sindicalistas, periodistas y funcionarios desde la base aeronaval Almirante Irizar, en la provincia de Chubut, a unos 1,460 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Argentina prohibió mediante una ley a las Fuerzas Armadas realizar tareas de inteligencia interior tras la sangrienta dictadura militar de 1976-1983.
El escándalo por el espionaje estalló al poco tiempo de la derogación de las leyes de impunidad e indultos que protegían a exmiembros de las Fuerzas Armadas de los procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad.
Por este caso fueron condenados 13 marinos en 2012, pero las penas para sus responsables recién se dictaminaron tres años después.
