Elecciones. Los golpistas aseguraron que respetarán los nuevos comicios próximos a realizarse.
Las fuerzas armadas de Burkina Faso declararon ayer jueves que tienen el control del país de África occidental, semanas antes de la realización prevista de elecciones. Los líderes del golpe anunciaron que un general leal al expresidente es el nuevo jefe de Estado.
Los sucesos del jueves coronan un año dramático durante el cual el presidente Blaise Compaore fue derrocado por un alzamiento popular en octubre pasado cuando intentó prolongar su régimen de 27 años. Se formó un gobierno de transición, pero los soldados arrestaron al presidente y el primer ministro interinos el miércoles y horas después anunciaron su destitución.
El golpe provocó manifestaciones callejeras en las que murieron al menos dos personas, cuando la guardia presidencial disparó con munición de guerra para dispersar a la multitud, dijeron testigos. Otras personas resultaron heridas, según un trabajador en el hospital principal de Ougadougou, la capital. Efectivos de la guardia presidencial recorrían la ciudad en camionetas y motos para dispersar cualquier intento de reunión.
Se cerraron las fronteras del país y se impuso el toque de queda de 7 de la tarde a 6 de la mañana. El sexto golpe de Estado desde que el país se independizó de Francia en 1960 se desarrolló el miércoles por la noche con una velocidad alucinante. El presidente y el primer ministro interinos fueron arrestados durante una reunión de gabinete.
Un comunicado leído por radio y TV por un teniente coronel vestido con uniforme de combate criticó el código electoral que impedía a miembros del partido de Compaore participar de las elecciones del 11 de octubre. También se prohibía la participación de cualquiera que apoyara el intento del expresidente de volver al poder.