Funcionarios del estado de Massachusetts y de Boston recordaron ayer el segundo aniversario del ataque perpetrado en la línea final del maratón de esta ciudad, que causó en 2013 la muerte de tres personas y heridas a más de 160.
El alcalde de la ciudad, Marty Walsh, así como el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, develaron en el lugar donde sucedió la explosión dos estandartes amarillos con la palabra "Boston", la representación de un corazón y dos líneas que sugieren un camino.
Poco más tarde, otros dos estandartes similares fueron develados en otra zona de la ciudad, donde tradicionalmente atraviesa el pelotón de maratonistas inscritos en la competencia.