En ruinas. A cinco años el país no ha logrado recuperarse de la catástrofe que causó el sismo. (EFE)
En calles atestadas donde frágiles viviendas de concreto se vinieron abajo y personas angustiadas buscaban a familiares, los haitianos hicieron una pausa el lunes para recordar el devastador terremoto de enero de 2010 que desbarató gran parte de la populosa capital y el área circundante.
A las 4:53 p.m., el momento en que hace cinco años el sismo de magnitud 7.0 sacudió el terreno y trastocó la vida de mucha gente, muchos residentes de Puerto Príncipe compartieron un momento de calma para recordar a los muertos antes de reconfortarse en las rutinas de la vida diaria. "Hace cinco años, Haití estaba sumido en un gran dolor. Oro por los que murieron y te agradezco Dios por no llevarte la vida de mis hijos", dijo Edline Guervil con los ojos fuertemente cerrados durante una oración familiar en su lavandería, la cual se ubica en un barrio que resultó muy afectado y en el que muchos de sus vecinos murieron.
Cientos de personas acudieron a una misa católica justo después del amanecer en una nueva iglesia construida al lado de la ruinosa catedral nacional, cuyos restos aún dominan el empobrecido vecindario de Bel Air en el centro de Puerto Príncipe.
"Este es el aniversario del día que nunca puedo olvidar", afirmó Gladys Lambard, que perdió a su esposo y a su hermana en el terremoto, mientras caminaba hacia el interior de la iglesia del brazo de su hija de 14 años. "La tristeza de ese día me marcó para siempre".
En momentos en que la nación de diez millones de habitantes recordaba el quinto aniversario del sismo, una crisis política entre el presidente de Haití y el Parlamento que ha obligado a demorar las elecciones legislativas amenaza con socavar la estabilidad política del atribulado país.