En dos entregas anteriores (en un diario capitalino, 10 y 26 de diciembre de 2014), comenté sobre algunas propuestas concretas que hace el IMEF para hacer operativas las reformas. Éstas se desprenden del documento de análisis del IMEF: "Reformas: Invertir y trabajar para cosechar" y que se conoce como Ponencia IMEF 2014 (disponible en www.imef.org.mx).
El capítulo 12 de la Ponencia trata sobre la evolución y perspectivas de la política de competencia en México. Fue elaborado por Eduardo Pérez Motta, destacado presidente de la Comisión Federal de Competencia entre 2004 y 2013. Es conveniente resumir los principales planteamientos que hace este experto y con los cuales el IMEF concuerda plenamente. El tema es fundamental, pues una adecuada y sana competencia en nuestros mercados es una condición indispensable para tener una economía eficiente que logre redistribuir con mayor equidad los beneficios del desarrollo y crecimiento económico.
Tradicionalmente en nuestra economía la concentración de mercados, las barreras artificiales a la entrada y las conductas anticompetitivas de algunos agentes productivos han formado parte del panorama económico por muchos años y han causado graves daños al funcionamiento de los mercados. Conocidos son los sectores donde prevalecen estructuras monopólicas u oligopólicas. El impacto negativo es muy claro: la falta de competencia reduce la competitividad global de la economía y afecta al ingreso real y su distribución. En 1993 inició una transformación relevante al crearse una estructura legal para fomentar un régimen de competencia con la creación de una agencia federal respectiva, la CFC. Los esfuerzos iniciaron incipientemente y se fueron mejorando y adaptando a lo largo de los años hasta llegar al gran avance que constituyó la reforma constitucional en 2013 y la aprobación en 2014 de la ley respectiva. Con ello se fortalecieron de manera muy importante las bases legales para la política de competencia.
La ley transformó a la CFC en la Comisión Federal de Competencia Económica (CFCE) para ser una entidad con autonomía constitucional. Fue dotada con instrumentos legales a la altura de los estándares internacionales, una estructura institucional estable que garantiza su independencia y un equipo técnico sólido y profesional que asegura análisis y decisiones técnicas basadas exclusivamente en los méritos de los casos. Ejemplos muy claros de que la nueva ley contribuye a combatir las prácticas monopólicas fue incrementar su capacidad sancionadora. Hoy la CFCE puede imponer multas hasta por el diez por ciento de los ingresos totales en México de la empresa involucrada, además de penas de cárcel de entre 5 y 10 años para quienes participen en cárteles, es decir, en colusiones o conspiraciones para elevar los precios o limitar la cantidad ofrecida en detrimento de los consumidores. De igual manera, la facultad de la CFCE de realizar visitas de verificación sorpresivas a las empresas involucradas en presunción de actividades anticompetitivas eleva la probabilidad de probar una violación a la ley. Estas son acciones disuasivas relevantes.
No obstante los avances en materia de combatir prácticas anticompetitivas y tener un marco legal sólido, el IMEF considera la necesidad de seguir avanzando para constituir una auténtica cultura en favor de la competencia. El reto no es menor, toda vez que persisten actitudes de lógica corporativista, estatista y contraria a los mecanismos de mercado cuyos ecos persisten en los marcos regulatorios de no pocos sectores económicos y en la estructura mental de muchas empresas, funcionarios gubernamentales y ciudadanos.
¿Cómo combatir lo anterior? Fundamentalmente con un estricto cumplimiento de la ley sin excepciones, no importando si se afectan intereses en particular. En segundo lugar, aprovechar que la ley establece mecanismos para un mayor involucramiento de los agentes económicos en la definición de reglas y lineamientos por parte de la CFCE. En tercer lugar, la CFCE debe enfatizar la prevención de riesgos por medio de programas y políticas de cumplimiento de la ley. Con la nueva ley de competencia, México deberá avanzar hacia una consolidación de una política de competencia sólida con cumplimiento escrupuloso de la ley que redunde en mercados eficientes que promuevan el crecimiento económico y el bienestar de consumidores y empresas.
Presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF
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