El pasado jueves pudimos leer en esta sección sobre el equipo de deportistas en capacidad diferente que representaran al club Santos Laguna en la competencia nacional de esta categoría, coincidentemente y dentro de la semana de las bellas artes y de la cultura de la Escuela Carlos Pereyra se presentó ante los jóvenes estudiantes de preparatoria Wenceslao Villarreal Torre, "Chelayo" para todos los vinculados con la querida y tradicional Pereyra el nombre de Chelayo no es desconocido, gran deportista en sus años de estancia en la Pereyra y posteriormente en sus inicios de estudio de su carrera profesional en el ITESMUL, gozaba de una gran popularidad, poseedor de una gran simpatía y un fuerte rasgo de liderazgo, irradiaba energía junto a sus amigos los "Bad Boys", pero el destino le tenía deparada una vida distinta a la imaginada por todos sobre este destacado deportista. A los veinte años y ante la repentina imposibilidad marcada para practicar el basquetbol su deporte favorito recibe el terrible diagnóstico que cambiaría su vida, una tumoración cerebral de difícil acceso quirúrgico, de altísimo riesgo y con altísimas probabilidades de secuela.
Chelayo con su positivismo, gran valor y una fuerte y ejemplar fe, asume el riesgo con el apoyo familiar de someterse primero a una biopsia que lo dejaría en estado comatoso casi por un mes, y del que salió en diciembre de 1996 con una excelente noticia para él como gran aficionado santista, al volver de un coma calificado como irreversible su Señora madre le comunica que Santos Laguna ganó su primer campeonato, lo que provocó lágrimas de alegría a este gran Guerrero de la vida, y una esperanza renovada por la visita del goleador Jared Borgetti, fue sometido a una cirugía definitiva de la que quedaron secuelas, fuerte en fe por el ejemplo paterno enfrentó las secuelas con gran valor, su lado derecho quedó paralizado y con disminución de la capacidad visual, sin embargo esto no fue obstáculo para aprender a pintar con su mano izquierda en cuadro llenos de luz, que reflejan su esperanza y sobre todo su fe, una fe altamente alimentada por su mamá la Sra. Patricia Torre, gracias a la venta de estos cuadros Chelayo puede pagar su rehabilitación y los servicios de su enfermera Juanita, algunos de ellos están expuestos en la biblioteca de la Pereyra, su querida escuela, a la que volvió para compartir con los jóvenes estudiantes su experiencia de vida, usted puede adquirirlos contactando por fb a Chelayo Villarreal ¡Hasta la próxima!
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