La Lucha Libre Nacional sufrió el fin de semana de un nuevo deceso como consecuencia de la práctica del deporte, un deporte que requiere de una gran preparación física y que en la mayoría de los casos no es tomada con la justicia y seriedad debida al contener un alto grado de espectáculo, la muerte del hijo del Perro Aguayo en la arena de Tijuana prende las alarmas que desde hace mucho deberían estar encendidas en las arenas deportivas en donde se practica este antiguo deporte tan arraigado en la cultura popular mexicana.
En quince años se han dado a conocer cinco decesos, al menos los que se han reportado; la muerte previa a ésta en Guadalajara y de las más impactantes es la de Oro, un luchador en popularidad en 1993. En todas se señala tal vez como reacción natural la falta de una atención médica oportuna y adecuada, lo que se aprecia como una reacción propia al rechazo de la fatalidad, como en el evento reciente.
Sin embargo, hay que reconocer que en efecto en la mayor parte de los sitios en que se realiza un espectáculo de este tipo se carece de los medios adecuados para la atención de estos eventos como ambulancias de traslado y de instalaciones adecuadas para como mínimo estabilizar al lesionado. El accidente alienta a las voces de reclamo, que por desgracia se apagan fácilmente o quedan en el olvido hasta que se presenta una nueva situación, esperamos que este deceso sea definitivo para que las propuestas no queden en el aire.
En otro tema, el día de ayer se llevó a cabo la Copa Bosque urbano de fisicoconstructivismo con buena respuesta de participantes locales y foráneos, en una actividad que toma relevancia entre los aficionados a esta actividad física, los participantes fueron apoyados por sus compañeros de los gimnasios a los que pertenecen.
Y de igual forma se retomó el desfile de la primavera organizada por el club Mustang, teniendo como mariscales a los exjugadores del club Santos Laguna Gabriel Palmeros y Carlos Cariño, a los que se suma el director de sub 20 santista Israel Hernández Pat, es satisfactorio que se retome el tradicional desfile y de que se haya tomado en cuenta al lagunero Gabriel Palmeros, siempre esforzado jugador que surgió de las fuerzas básica de Santos Laguna, mismo camino que ahora sigue su hijo Gabriel Palmeros Jr. en la sub 17 albiverde.
¡Hasta la próxima!
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