La práctica deportiva exige a todo deportista una preparación responsable, la que idealmente debería de incluir un examen médico deportivo, aspecto de suma importancia en el inicio de todo plan de trabajo, es de suma importancia no solamente saber de dónde se parte, sino además que factores influyen para que el deportista no desarrolle a plenitud su actividad y además de es de suma importancia el detectar situaciones de riesgo que pongan en riesgo la salud o que incluso puedan poner en riesgo la vida.
El examen debe cubrir aspectos relevantes como una historia clínica deportiva, una evaluación nutricional, estudios radiológicos y de laboratorio, además de estudios especiales como una antropometría y pruebas funcionales que incluyan como mínimo un electrocardiograma y en forma ideal una prueba de esfuerzo y pruebas de función respiratoria (espirometría).
La prueba de esfuerzo es un estudio común que se utiliza para determinar la función cardíaca durante el ejercicio, este estudio se puede realizar en una banda o en un cicloergómetro y por lo general, dentro del protocolo de estudio más común consta de 7 etapas de 3 minutos cada una, a diferente grado de velocidad o resistencia y a diferentes grados de inclinación, basando su evaluación en la progresión de la capacidad o resistencia para adaptarse al ejercicio, y la capacidad de recuperación de acuerdo al tiempo transcurrido de la prueba, midiendo el grado de capacidad física de acuerdo al consumo máximo de oxígeno(VO2 máx y de METS (unidad metabólica de esfuerzo). Este estudio se complementa en caso de encontrar la sospecha de alguna anomalía estructural con un estudio de ultrasonido, el cual permitirá valorar las estructuras cardíacas y los gradientes de expulsión de válvulas y cavidades del corazón.
La espirometría evalúa la magnitud absoluta de las capacidades pulmonares, los volúmenes respiratorios y la capacidad que se tiene para movilizarlos, la antropometría nos dará un resultado preciso de la composición corporal y sus compartimentos, podremos determinar con precisión la cantidad de grasa, músculo y agua en nuestro cuerpo, nos permitirá determinar la masa magra, nuestras necesidades de energía y nos ayudara a establecer una meta de peso saludable
No pase por alto este importante aspecto del entrenamiento invisible, que nos permite medir los riesgos cardiovasculares y de qué punto partimos en nuestra preparación y por lo tanto los progresos de la misma obtenidos en forma objetiva. Este aspecto preventivo es cubierto en forma adecuada por la Medicina del Deporte, acude a tu médico para más información ¡hasta la próxima!
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