El trabajo que realizamos diariamente no debería quedar simplemente en los resultados materiales, económicos o intelectuales, debe ir más allá, debe estar dotado de un significado, de un sentido superior, debe trascender. Cuando algo trasciende, significa que va más allá de nosotros mismos. La trascendencia es una dimensión de la vida misma sin reducirse a ella
Cuando algo trasciende es porque va más allá de nosotros mismos. Se habla, por ejemplo, de trascendencia en el conocimiento o en el querer, precisamente porque no sólo se quedan en el sujeto que conoce o que quiere, sino que se dirigen a lo que está fuera de él, a las cosas o a las otras personas y permanece con el paso del tiempo.
Como lo dice Víctor Frankl, psicólogo y siquiatra austriaco en su Logoterapia-psicoterapia que propone que la voluntad de sentido es la motivación primaria del ser humano- : "El hecho antropológico fundamental es que el ser humano remite siempre más allá de sí mismo, hacia algo que no es él, hacia algo o hacia alguien, hacia un sentido. El ser humano se realiza a sí mismo en la medida que se trasciende".
El sentido de trascendencia confiere un significado a la vida, frente a la mera casualidad o el absurdo. Permite pensar que la vida individual es parte de un plan supremo. Nos da con ello la esperanza de que podemos esperar un mundo mejor, que es posible librarse del mal voluntario, de que nuestros esfuerzos por lograrlo no serán en vano.
La dura realidad es que todos los días, cientos de miles de trabajadores se levantan para llegar a su trabajo enfrentando situaciones adversas, además de las propias del trabajo y en ese marasmo no le encuentran el verdadero significado a sus labores y mucho menos comprenden la importancia de su esfuerzo en el logro de sus objetivos personales y de la empresa para la cual trabajan.
Todo sería mejor si para todos los trabajadores el trabajo tuviera un significado más allá de la simple acción mediante la cual se recibe una remuneración económica. El verdadero significado va más allá de los reconocimientos extrínsecos; cuando las personas están conscientes del significado de lo que hacen, entonces trabajan para alcanzar sus objetivos personales, de la empresa para la cual trabajan y para hacer la diferencia en el mundo, para lograr trascender.
Para trascender hay tres caminos iniciales: Aprender a convivir, incluyendo el aprender a ser amigo a ser compañero y a ser familia; aprender a participar, incluyendo el aprender a ser buen ciudadano; y aprender a servir, a ser solidario y a ser socialmente responsable.
Trascender tiene que ver con la posibilidad al alcance de todos, de contribuir con los demás para alcanzar un objetivo superior. El trabajo enriquece nuestra vida y hace que sintamos orgullo de lo que logramos y de lo que podemos llegar a lograr, además de darnos un sentido de pertenencia y de reforzar nuestro compromiso organizacional.
Si el trabajo tiene un significado especial y trascendente, ello hace que los trabajadores realicen sus funciones con más dedicación y se genera mayor arraigo y lealtad hacia la empresa.
La clave en cada empresa es cómo hacer para que los colaboradores puedan encontrar la trascendencia en su trabajo y como pueden contribuir los líderes a que los trabajadores puedan encontrar en su labor un significado personal. Los líderes deben trabajar en ello y apoyarse en prácticas de capital humano útiles para fomentar el compromiso hacia el propio trabajo y hacia la empresa misma.
Más que un mero slogan, la misión, visión y valores deben crear una sólida reputación externa y constituir un verdadero motor inspirador ayudando a que los trabajadores puedan empatar su misión personal con la de la organización para que encuentren un propósito y significado a su trabajo.
Las empresas catalogadas como Las Mejores para Trabajar, llevan a cabo campañas integrales para que además de que todos conozcan la misión, visión y valores, los hagan parte de su vida diaria. Los líderes deben ser los principales ejemplos de la filosofía de la empresa, siendo congruentes para convertirse en los modelos a seguir para el resto de los colaboradores.
El que los líderes de las organizaciones pongan especial atención al sentido de trascendencia en el trabajo trae muchos beneficios para los colaboradores como seres humanos. A nivel personal, se genera un mayor sentido de bienestar personal, felicidad, autoeficacia y salud ocupacional, disminuyendo el desgaste y estrés que muchas veces se relacionan a la actividad laboral.
Que las personas encuentren el significado de su trabajo y una trascendencia en el por qué hacen lo que hacen día con día contribuye al desarrollo de una sociedad que cada vez está más enfocada al resultado y a la operación diaria. Por este medio no sólo se generarán organizaciones mucho más sostenibles y competitivas, sino que también se contribuirá al desarrollo humano y organizacional.
