Muchas personas creen que se sentirán satisfechas y realizadas cuando encuentren lo que les gusta y que les resulte fácil, cuando las cosas fluyan como ellos quieren y cuando se acaben los esfuerzos. Por lo general esta expectativa los lleva a cambiar de objetivo con mucha frecuencia o a esperar a que de manera fortuita les llegue lo que buscan. Ambos caminos son poco realistas y terminan por hacer que las personas se sientan más insatisfechas y frustradas por no encontrar la alternativa perfecta que cumpla sus anhelos.
Es normal que haya momentos en que uno piensa que se ha equivocado de camino, momentos en que uno se siente cansado, agobiado, sobre todo si estamos haciendo algo que nos saca de nuestra zona de confort, algo que nos cuesta sacrificio. A veces nos ponemos nerviosos, nos da miedo el futuro. Sin embargo, eso no significa necesariamente que hemos escogido mal o que debemos empezar de cero otra vez. La vida profesional de tus sueños generalmente no es un camino de rosas y no siempre nos va a hacer sentir bien, los retos serán el pan de cada día.
Nadie tiene por qué hacer algo que no le guste y que suponga un sufrimiento constante. La solución a situaciones como ésta, se encuentra en las mismas personas que las padecen y eso no quiere decir que no tengan que esforzarse. Detrás de la solución encontrada se acumulan intentos fallidos, esfuerzos constantes, momentos de desánimo, ganas de "aventar la toalla", dudas y temores y sobre todo paciencia y perseverancia; muchos problemas sólo son temporales y siendo constante y perseverante, se pueden lograr los resultados. Se tiene que trabajar arduamente, sudar "la gota gorda", pero cuanto más esfuerzo y sacrificio hay en los intentos, se llega más lejos y la satisfacción es mayor. Pero nada llega gratis. Con frecuencia, la tercera no es la vencida, y muchas veces ni la novena ni la vigésima.
Debemos saber diferenciar entre esfuerzo positivo y sufrimiento estéril. Esto es fundamental, de lo contrario, caeremos en el extremo opuesto, sufriendo inútilmente sin ninguna perspectiva de cambio. Si algo te cuesta esfuerzo, pero encuentras satisfacción en lo que haces y disfrutas haciéndolo, eso significa que vas por buen camino. Así de sencillo es.
Conviene tomar en cuenta que, por mucho que nos guste lo que hacemos, en ocasiones habrá cosas que no nos van a gustar tanto. Por otra parte, no se puede estar satisfecho y realizado las 24 horas del día de manera permanente. Se tendrán momentos malos, experimentaremos desánimo y falta de motivación algunos días y habrá cosas que preferiríamos no hacer. La vida es así, debemos seguir adelante con mucho empeño aún en situaciones como ésas y no abandonar a las primeras de cambio. Recordemos el dicho: "El que la sigue, la consigue".
Algo que también ayuda es no obsesionarse con el objetivo final, se debe disfrutar el proceso, todo el camino y no sólo la consecución de la meta final. Está bien ser perseverante y esforzarse y hasta ser capaz de aguantar ciertas cosas. Pero no tiene sentido pasarse la vida aguantando todo lo que venga con los ojos puestos sólo en el objetivo final. Lo ideal es elegir hacer algo que nos permita disfrutar no solamente al final del camino, sino también a medida que lo vamos recorriendo, ello genera más ganas de continuar. Todos los caminos tienen altibajos.
Cuando no estamos contentos con lo que hacemos, con nuestro trabajo, cuando la desilusión nos preocupa y sabemos que es algo más profundo, entonces es hora de analizar las causas para determinar la solución. Si encontramos lo que ha cambiado, lo que teníamos antes y no lo tenemos ahora, ello facilitara el encontrar la solución. Puede ser que estemos estresados y necesitemos relajarnos tomando un descanso o haciendo algo que nos ayude a recargar las pilas o puede ser que ya estamos en una fase rutinaria y se requiera encontrar nuevos desafíos. O puede ser que lo que hacemos ya no nos da satisfacción y felicidad y ya es hora de un cambio.
Tómate un descanso, desconéctate de todo (¡de todo!) por algún tiempo, aunque sea corto. Busca apoyo en grupos que tengan tu misma mentalidad e iguales inquietudes. Aprende algo nuevo, diferente a lo que haces. Vuelve a involucrarte al 100% , empéñate en hacer las cosas con excelencia, cuidando todos los detalles, lo anterior genera mucha motivación y satisfacción por un trabajo bien hecho.
Si no estás seguro de si ahora mismo estás aguantando inútilmente o si en realidad es un esfuerzo que merece la pena, o si eres de las personas que abandonan los proyectos en forma frecuente, analiza cuidadosamente estas reflexiones.
