Para que todos seamos conscientes de la importancia que tiene la prevención temprana del cáncer de mama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado a Octubre como el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama. lo anterior contribuye a aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos. Anualmente se presentan 1,38 millones de nuevos casos y 458 mil muertes por cáncer de mama. Esta enfermedad es la más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
Es muy posible que todos hayamos estado cerca de alguien que lucha contra el cáncer de mama, y sabemos que muchas de estas valientes mujeres han triunfado derrotando esta terrible enfermedad, por fortuna si este cáncer se detecta a tiempo se puede curar.
Hay un símbolo internacional que representa este esfuerzo de personas, compañías y organizaciones que se comprometen a crear conciencia sobre el cáncer de mama: el lazo rosa. El objetivo principal del Lazo Rosa es concienciar sobre esta enfermedad. En su prevención, detección, cura y cuidados.
El primer lazo rosado fue introducido por la Fundación Susan G. Komen del Cáncer de Mama, ellos regalaron viseras rosadas a los sobrevivientes del Cáncer de Mama que estaban corriendo en el Maratón por la Cura desde finales del año 1990.
Una mujer de 68 años llamada Charlotte Hayley que había luchado contra el cáncer de mama, había producido lazos representativos de color melocotón. Charlotte los vendió con una tarjeta que decía: "El presupuesto anual del instituto nacional del cáncer es de 1.8 billones de dólares estadounidenses y solamente el 5 % está destinado para la prevención del cáncer. Ayúdanos a despertar a nuestros legisladores y a los Estados Unidos, usando este lazo" Su mensaje se expandió rápidamente y por ello Alexandra Penney, editora de la revista Self y Evelyn Lauder, vicepresidenta de Estée Lauder, se interesaron en el concepto de Charlotte y quisieron trabajar conjuntamente con ella. Después de discutir las oportunidades con Evelyn, Charlotte y los abogados, decidieron ponerle un nuevo color. El nuevo color de la cinta, sería el rosa y se convertiría en un símbolo internacional de la concienciación del cáncer de mama.
Cáncer no es una palabra fácil, nos trae a la mente emociones terroríficas como dolor, dificultades, miedo, tristeza y, por qué no decirlo: muerte. Para rendir un tributo al espíritu y al coraje de las mujeres que han vencido o que luchan contra esta enfermedad, un centro comercial de Saltillo se unió a Grupo Reto Coahuila, A.C. -asociación dedicada a apoyar a mujeres con cáncer- para presentar una exposición de 25 fotografías blanco y negro en formato de 80 por 65 cms. realizadas por Ana Poblette, fotógrafa del estudio Tres Lunas.
Cada retrato se confronta con nuestro modo tradicional de percibir el cáncer y captura la belleza tal cual es, la fortaleza y el carácter de 25 extraordinarias mujeres que padecieron esta enfermedad o siguen luchando sin perder esa esperanza. Cada una de estas fotografías representa una visión singular del proceso que ha cambiado la vida de todas ellas y que las ha hecho volver a nacer. En estos rostros contemplamos una mirada de esperanza, percibimos su sentir y tomamos conciencia a través de sus miradas y expresiones faciales.
Al pie de cada fotografía, hay una placa con una fotografía en miniatura y algunas frases de cada una de estas mujeres excepcionales: Presento a los lectores algunas de estas frases:
Lolis: "El cáncer…golpe terrible. El mayor temor que he tenido en la vida. Te arrasa, te marca el cuerpo, el corazón, el alma.; pero no doblega tu espíritu, y renaces. Ahora soy otra persona, más fuerte, más generosa y más feliz".
Yolanda: "Cáncer…fue la visita de la muerte, la palabra más escalofriante que he escuchado en mi vida. Fue un cambio drástico en medio de una crisis con mucho miedo a lo que venía pues todo era desconocido. Sabía que no era fácil y el apoyo de mi familia fue muy importante en este proceso. Todos pensaron que yo era muy fuerte, lo que no sabían es que ser fuerte era la única opción que tenía. Dejé de ser frágil, me puse mi armadura, tomé mi escudo y salí a la guerra. Doy gracias a Dios por esta segunda oportunidad. Hoy disfruto mis días al máximo, hoy tengo un concepto diferente de lo que es calidad de vida. Ahora sé lo que es despertar, levantarte, disfrutar cada momento, la lluvia, el sol, la tarde, ver las estrellas, disfrutar a mi familia. ¡¡Soy una sobreviviente!!"
Diana. Es sordomuda, su mamá vivió con ella este cambio tan duro en su vida y día tras día se preguntaba por qué le tocaba a su hija esta prueba, además de no poder hablar ni oír. A Diana la invadía la tristeza en las quimioterapias, pero Dios le dio la fortaleza para seguir adelante; y con el amor de su madre y sus hermanos, tratamientos y cuidados, Diana ha ido recuperando su vida.
Sin duda alguna, el cáncer de mama es una enfermedad muy temible. Las mujeres de estas fotografías, como muchas mujeres en el mundo que enfrentan el mismo problema, lo hacen con valentía, coraje, esperanza y mucha fe. Dios bendiga a todos los que las apoyan y a quienes solidarizándose, se agrupan en organizaciones rosas para apoyarlas.