"Este año que inicia va a ser diferente", esta frase es muy común al principio de cada año. Este año voy a hacer ejercicio, voy a comer de manera saludable, bajaré de peso, pasaré menos tiempo en la oficina y más con la familia, dejaré de fumar, aprenderé una nueva habilidad, estaré menos estresado, etc. ¿Por qué no hacemos de este año nuestro mejor año?
Está demostrado que el 20 % de los propósitos de año nuevo se pierden antes del día 7 de Enero, y el resto de los propósitos se abandonan a lo largo del año. ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Los propósitos nos los fijamos con la mentalidad de que o los hacemos al 100 % o nada, no nos hacemos a la idea de que hacerlos al 60, 70 u 80 %, también es un logro, comparado con el año anterior. Si se pasó un mes y no llevamos a cabo un propósito, ya no nos interesa cumplirlo en los 11 meses restantes.
Con mucha frecuencia, el propósito o propósitos, son meros deseos y no van acompañados de un plan real para llevarlos a cabo. No hay "secretos", quienes llevan a cabo sus propósitos, aparte de establecer la meta, saben cuáles caminos seguir para lograrlas.
Por otra parte, a la mayoría de las personas "les gustaría" llevar a cabo sus propósitos, pero después de la primera semana de Enero se enfocan en otras cosas y se pasan el año "apagando fuegos" y por ello se olvidan de los propósitos. Quienes mantienen sus metas y se esfuerzan en lograrlas, definen estrategias y encuentran formas de mantenerse motivados para continuar hacia adelante porque están verdaderamente convencidos de lo que quieren.
Pero hay una razón de mucho más peso por la cual no cumplimos nuestros propósitos de año nuevo: no le ponemos acción a los propósitos. Sabemos lo que tenemos que hacer, pero no actuamos para lograrlos, inicia bien con tus propósitos, pero que tus acciones sean suficientes para que tus cambios se conviertan en hábitos y sean permanentes.
No hagas demasiados propósitos, no te atormentes, es más efectivo enfocarse en dos o tres metas importantes que en 10 o 20 que te abrumen. Y si los logras antes de que termine el año, ¡Felicidades! Establece uno o dos más para el resto del año.
Ponle números a tus metas. Si quieres perder peso, establece cuantos kilos menos. Si quieres estar menos tiempo en la oficina, establece un límite real o las veces por semana que no te quedarás más allá del horario normal. Los días de la semana que harás ejercicio y el tiempo que le dedicarás a cada sesión. Tus propósitos deben estar especificados con números, 5 kilos, 30 minutos, 3 veces, etc.
No esperes el momento perfecto para empezar, porque no lo hay, si te esperas para trabajar en tus propósitos hasta que encuentres el momento perfecto, nunca empezarás. Define qué es lo que necesitas para iniciar y empieza. Estarás celebrando tus éxitos antes de que te des cuenta.
Si ya eres o quieres ser emprendedor y quieres tener equilibrio en tu vida, te comparto estos objetivos que, de cumplirlos, te convertirán en mejor empresario y mejor persona:
Crecer tu negocio. Si ya te atreviste a dar los primeros pasos, entonces debes hacer lo posible para que se consolide y para que crezca.
Encontrar buenos colaboradores. La clave del éxito está en el capital humano, busca gente que pueda aportar algo distinto y de valor para tu empresa. Recuerda que las primeras personas de una empresa son las que definen el rumbo de la misma.
Innovar en una o en varias áreas del negocio. Revisa tus procesos, productos o servicios e identifica áreas de mejora, busca soluciones innovadoras. Cambios en la estrategia de comercialización, en RH o en promoción, pueden darle a tu negocio el empuje que necesita.
Buscar consejeros que te guíen y te ayuden a ser mejor. Mantén con ellos un contacto continuo y valioso y lleva a la práctica sus sugerencias, concédeles el beneficio de la duda.
Cuidar tu salud y crecer en todos los aspectos. Duerme suficiente, come bien, ejercítate. Practica meditación todos los días, no descuides tu espiritualidad. Tu salud física y mental influye en tu desempeño.
Iniciarte en el "networking". Construye y enriquece tus redes de negocio y de amistades, asiste a exposiciones y eventos relacionados con tu trabajo o con tu crecimiento personal. Prepara tu agenda de los principales eventos a los que quieras asistir en el año y asiste a ellos. Entra de nuevo en contacto con antiguos colegas, amigos y compañeros.
Ser más productivo. Trabaja de mejor manera, organizado, con método. No te distraigas, concéntrate en tus tareas. Sé más efectivo y prepárate, toma un buen curso para manejar el estrés antes que éste perjudique tu salud.
No descuidar tu educación. Mantenla en continuo desarrollo. Aprende nuevas habilidades, ejercita tu memoria y tu concentración, toma un curso de lectura dinámica, estudia un idioma. Estudia temas que te interesen y que te ayuden para crear contactos y desarrollar tu liderazgo, júntate con los que saben.
Ser generoso. Ayuda a quienes lo necesitan, da parte de lo que tienes (tiempo, afecto, amistad, compañía, y, ¿Por qué no? Dinero). No des solo lo que te sobra, da parte de los que más necesitas, te será recompensado con el sentimiento de haber ayudado a alguien cuando más lo necesitaba.
No descuidar a la familia y a los amigos. Estas personas pueden ser tu mayor motivación y soporte. Aunque tu agenda siempre esté llena, trata de dedicar días u horas sólo para ellos. Desconéctate de la tecnología y del trabajo para brindarles tiempo de calidad. No atiendas el celular cuando estés con ellos.
¡Feliz año 2016 a todos los lectores!
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