Alberto, de 24 años de edad, estaba por graduarse de la carrera de Enfermería cuando recibió una noticia "aterradora" que cambió su vida por completo... era portador de VIH.
En junio de este año y para poder concluir sus estudios, la escuela le solicitó al joven realizarse exámenes de laboratorio, entre los cuales, se incluía una prueba rápida de VIH/Sida.
"Me la hice y salí positivo, los médicos me dijeron que cabía la posibilidad de que no fuera positivo, entonces me mandaron a hacer otra prueba que se llama western blot, que no tiene falla, la enviaron a la ciudad de Durango y el 10 de julio me dieron la noticia de que sí era portador del virus", explicó.
Al salir del hospital, Alberto estaba devastado, se sentía "sucio", sin ganas de nada y peor aún, no sabía cómo le iba a dar la noticia a su familia.
"Fue muy duro, estaba al final de la carrera y a principios de la pasantía, fue complicado el aceptar que tenía VIH, me cuidé durante mis relaciones sexuales, no sé qué resultó mal, me sentía una basura. Yo decía '¿cómo llego a mi casa?, ¿cómo le digo a mi familia que tengo VIH?'", relató.
La madre del joven tiene 55 años y hasta el mes de julio ignoraba la enfermedad de Alberto. No sabía de qué se trataba, ni cómo se contagiaba.
"Mi mamá seguía viviendo en la ignorancia, sin saber qué era el VIH, me dijo que le explicara de qué se trataba y le dije que no me iba a morir, que existía un tratamiento, que el virus se podía suprimir y que gracias a ello podía tener una esperanza larga de vida". Después de contarle a su familia, dice Alberto que su perspectiva de vida no ha cambiado, quiere tener una familia sólida y desea que haya una sociedad más informada, que conozca sobre el VIH/Sida "para que se rompan los estigmas".
Apoyo
Actualmente Alberto pertenece a un grupo de apoyo para personas con VIH denominado "Una puerta a la vida", que se encuentra en Gómez Palacio. Informes al 87-11-72-69-84.