Experiencia. Carmen, de sólo 14 años, se encarga de los cuidados de sus hermanos y dos de sus primos.
La vida de los niños en la colonia Santiago Ramírez de la ciudad de Torreón, cambió al ritmo de la música.
Los pequeños que en el mes de febrero deleitaron a sus padres y vecinos con sus primeras notas, nunca imaginaron presentarse en el Palacio de Bellas Artes como lo hicieron el domingo 26 de julio, fecha que quedó grabada para siempre en su corazón.
Como Iván y Ana Paula, de 9 años, quienes a su corta edad jamás pensaron en cantar frente a una gran audiencia en la Ciudad de México, cuando hasta hace unos meses sólo se dedicaban a esperar que las horas pasaran frente al televisor.
Lo mismo sucede con Juan Carlos, de 9 años; Lidia de 7; y Carmen, de 14; quienes forman parte de la Banda de la colonia Santiago Ramírez, sector que forma parte de uno de los polígonos de alta incidencia delictiva y que apoya el Programa Nacional de Prevención de la Violencia y la Delincuencia (Pronapred).
Entrevistados desde la sala de su humilde vivienda, los cuates, Iván y Ana Paula, contaron que la experiencia que vivieron fue fantástica.
Y es que el único viaje que habían realizado era a la ciudad de Chihuahua, por lo que viajar a México los llenó de emoción.
"Me sorprendí porque no sabía lo que iba a pasar", dice Iván, quien además de cantar, sueña con jugar futbol.
Mientras que Ana Paula, quien se dice fan de Julión Álvarez, cuenta que cantar y ser doctora es su mayor deseo cuando sea grande, "para ayudar a la gente".
La historia de Carmen no es muy diferente. Aunque el trabajo de sus padres la obliga a hacerse cargo de los quehaceres del hogar, así como de sus hermanos y recientemente de dos de sus primeros, no le "apagan" su ilusión de formar parte de la Banda de Música. A sus 14 años, toca la trompeta y pretende tocar el saxofón una vez que domine el primer instrumento.
Además de tener la oportunidad de viajar, lo que más le gustó a Carmen fue la reacción que despertaron en los asistentes, quienes se estremecieron de emoción y se unieron con sus palmas, al escuchar la canción de Torreón. Dice que fue uno de los momentos más felices.
Aunque los pequeños Lidia y Juan Carlos, se mostraron un poco tímidos, son expertos en tocar el pandero. Desde hace un mes se unieron a la banda y desean continuar para tener una nueva oportunidad de salir a viajar.
"Me parece bien este tipo de actividades porque así no desperdicio todo mi tiempo en la televisión".
Ilusión
Aunque muchos se desilusionaron al inicio por el retraso en la llegada de los instrumentos, muchos se animaron cuando se realizó la entrega en el mes de febrero.
Responsable
La idea de que los pequeños conocieran otro ambiente a través del música, tiene nombre y apellido: Joel de Santiago, director general de la Casa de la Música.