Un rumor de que un convoy del grupo criminal de "Los Rojos" había llegado a tomar la ciudad tensó ayer aún más el ambiente en esta localidad de la Montaña Baja de Guerrero.
Ayer, Chilapa cumplió cinco días de estar "tomada" por un grupo de civiles armados que han instalado retenes, hacen patrullajes y están apostados frente al Ayuntamiento, pese a la presencia de militares, policías estatales y federales, y gendarmes.
La gente en la ciudad no sale de sus casas y si lo hace regresa antes de las seis de la tarde.
Son contados los comercios que abren y todos cierran antes del anochecer.
En el mercado central -sobre el bulevar "Eucaria Apreza"- la mayoría de los establecimientos comerciales no abre desde el domingo.
Y el transporte público que da servicio a la capital del estado, a Tlapa, Olinalá y localidades vecinas, es con horario restringido.
Tampoco se prestan los servicios básicos en el Ayuntamiento debido a que la autoridades encabezadas por el Alcalde priista Francisco Javier González tienen días sin presentarse a trabajar.
Desde el fin de semana, el alcalde, también conocido con el sobrenombre de "Tepache", se encuentra fuera de Chilapa y, según versiones oficiales, en los próximos días pedirá licencia al Congreso local.
"Dónde estás Tepache", se leía ayer en una pancarta que portaba una indígena nahua de una comunidad que apoya al grupo de civiles armados y que instaló un plantón frente a la glorieta donde está la estatua de "Eucaria Apreza".
Frente a los hombres armados con escopetas, pistolas al cinto y encapuchados estaban soldados, gendarmes y policías estatales, pero nadie los molestó.
Ayer, más de cien ciudadanos hicieron una tercera protesta para exigir la salida de los civiles armados que se autodenominan policías comunitarios.
Partieron en marcha a las 12 del día del zócalo y posteriormente bloquearon la entrada a Chilapa.
Durante el trayecto de la marcha, los manifestantes encararon a los encapuchados.
La gente, entre ellos varios familiares que acusan al grupo de civiles armados de haber privado de su libertad a 16 parientes, levantó su protesta luego de que se les informó que en el centro de la ciudad varias camionetas con gente armada, al parecer del grupo delictivo "Los Rojos" patrullaba las calles.