Grave. El secuestro continúa siendo uno de los delitos federales más comunes en el país.
Los reportes de secuestro se tejen entre los vacíos legales y la falta de coordinación entre las autoridades.
El último informe de la asociación Alto al Secuestro, presentado ayer martes en la Ciudad de México, señala que, de 2013 a 2014 hubo un incremento de más del 30 % en los casos reportados, aunque en los últimos meses el delito ha registrado una tendencia a la baja.
En números, todos con averiguación previa de respaldo, entre enero y diciembre del año pasado, la asociación reportó 2,818 casos, siendo enero el mes más violento con 588 registros, una cantidad que fue disminuyendo a lo largo del año hasta llegar a 152 en diciembre.
Sin embargo, estas cifras contrastan con las que dio a conocer el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en diciembre pasado. El organismo señaló entonces que el número de averiguaciones previas por secuestro había bajado un 15.43 %, y en números, refería un total de 1,332 expedientes entre enero y noviembre.
En conferencia de prensa, Isabel Miranda de Wallace dijo que esta diferencia entre los datos de su asociación y del SESNSP se debe a que el organismo gubernamental únicamente contempla los delitos del fuero común, y, a pesar de ser una autoridad federal, no contempla los de este rubro.
Miranda de Wallace dijo que esta es una de las contrariedades que no deben existir, pues no hay un reporte completo de secuestros en el país.
La activista, quien fue candidata al Gobierno del Distrito Federal en 2012 por el PAN, añadió que existe una falta de compromiso del poder judicial para atender el tema de los secuestros: "No hay un mensaje claro del poder judicial de que quien cometa un delito de secuestro no vuelve a pisar la calle, como marca la ley".
Desde que inició la administración de Enrique Peña Nieto, el 1 de diciembre de 2012, hasta el 31 de diciembre de 2014, Alto al Secuestro registró 5,710 casos de secuestro, de los cuales 5,144 tienen averiguación previa y los 566 restantes fueron casos de los que tuvieron conocimiento, pero en los que no se levantó una investigación por temor.
En 2013 hubo 2,166 reportes, y en 2014 fueron 2,818. Del total reportado, el Estado de México lleva una amplia brecha sobre el resto de las entidades.
La entidad gobernada por el priista Eruviel Ávila, y antes por Peña Nieto, ha registrado 1,173 casos en estos dos años, le siguen Tamaulipas (586), Guerrero (499), Morelos (495), Distrito Federal (406), Veracruz (330) y Michoacán (283). Juntos, estos estados representan el 73.33 % del total nacional.
El Estado de México también tiene al municipio con más secuestros en el país: Ecatepec, que reportó 138 delitos de esta índole.
"En el Estado de México no se hace nada para revertir esta tendencia. No se instrumenta ningún operativo, no se realiza ninguna campaña de prevención, ni se hace esfuerzo por detener a la organización criminal. Es raro cuando se llega a desintegrar la organización delictiva, y lo que permite es que se reintegre, aunado a la falta de eficacia de algunas unidades antisecuestro", dijo Miranda de Wallace.
Otro de los estados que Wallace señaló como foco rojo es Guerrero. En el municipio de Acapulco, durante 2014, hubo 136 reportes de secuestro, y además, la activista explicó que la región de Tierra Caliente, que el estado comparte con Michoacán, es una zona en donde la población no está acostumbrada a denunciar, sino que más bien los ciudadanos actúan sin apoyo de las autoridades por temor hacia sus mismas policías.
"Existe un esfuerzo de la federación, sin embargo, no es suficiente. Tener tantos secuestros no es conveniente para nadie. Se necesita mayor eficacia de las unidades antisecuestro para desintegrar las organizaciones delictivas", dijo la presidenta de Alto al Secuestro.
