La muerte de un adolescente venezolano el martes pasado después de que un agente policial le disparara con una escopeta cargada de perdigones de goma en la cabeza ha causado no sólo conmoción en la opinión pública, sino también el rechazo de buena parte de la sociedad al uso de armas para reprimir protestas.
Tras dos días del suceso, un grupo de estudiantes, juristas, académicos y opositores se pronunciaron contra la resolución del Ministerio de la Defensa emitida recientemente que permite a la Fuerza Armada el uso de la fuerza "potencialmente mortal", en caso de que sea necesario durante la represión de protestas.Se presentó un recurso ante el Tribunal para pedir la anulación de esta Ley.