Siglo Nuevo

Crioterapia

Alivia en frío

Foto: Archivo Siglo Nuevo

Foto: Archivo Siglo Nuevo

María Elena Holguín

Los procedimientos médicos que utilizan la temperatura fría son tan diversos como las afecciones que pueden aliviar: dolor, prurito, procesos inflamatorios, edemas, afecciones cutáneas, estéticas, y lesiones hemorrágicas. La práctica denominada crioterapia no es nueva y funciona bajo un principio bastante simple, sin embargo debe emplearse bajo protocolos muy bien establecidos.

La crioterapia abarca un conjunto de procedimientos que utilizan la temperatura fría en la terapéutica médica, y se diferencia de la hipotermia porque esta disminuye la temperatura central del organismo, mientras que la crioterapia reduce la temperatura periférica y, generalmente, es puntual.

De acuerdo con esta práctica, el estímulo frío sustrae calor del cuerpo y la intensidad de dicho enfriamiento depende de cuatro factores principalmente, que son: la diferencia de la temperatura entre el agente frío y los tejidos, el tiempo de exposición, la conductividad térmica del área tratada y el tipo de agente frío utilizado.

UNA VIEJA PRÁCTICA

A inicios del siglo XIX comenzaron a aparecer muchos libros y artículos acerca del uso de esta terapia médica, y hacia el año 1835 ya era muy frecuente el uso de compresas frías para tratar heridas inflamadas.

En los años cuarenta, los libros de texto sobre medicina del deporte aconsejaban tratamientos con frío para los daños agudos, pero solamente si estos eran aplicados en los 30 minutos posteriores al momento en que se produjo la lesión.

En el año 1961, los entrenadores de atletismo mantenían abierta una controversia acerca del empleo de aplicaciones de calor o frío en el tratamiento inicial de los daños producidos en quienes practicaban este deporte.

Entre las décadas de 1970 y 1980, se emprendieron enormes esfuerzos tendientes a aumentar el conocimiento de las bases teóricas sobre el uso del frío en el tratamiento inmediato de estas lesiones, para entender por qué las aplicaciones de frío resultaban benéficas, y cómo y cuándo se tenía que recurrir a ellas.

Se dijo entonces que el razonamiento habitual para justificar el uso de frío era la disminución del flujo sanguíneo; por lo tanto, esto incidía directamente en la reducción de la hemorragia y la hinchazón.

En 1976 se introdujo la “hipoxia secundaria de los tejidos”. Según esta teoría, la hinchazón sería producida no por la hemorragia, sino por el edema que generaría el aumento de proteínas libres y de la presión oncótica en el seno del tejido dañado.

Parte de la teoría del daño tisular hipóxico secundario surgió de la observación cuando la hinchazón se desarrollaba durante las horas siguientes al trauma, mientras que la hemorragia quedaba detenida por la coagulación sanguínea, la cual ocurre en los minutos siguientes a la producción de la lesión.

La teoría de que el frío actúa deteniendo la hemorragia no parece suficiente como para explicar los notables beneficios que es capaz de producir la aplicación inmediata de frío.

EFECTOS

Con la crioterapia se busca una recuperación temprana y reducir la inflamación, para que la persona se recupere rápidamente. Uno de los principales efectos de la crioterapia es la vasoconstricción, que significa el estrechamiento de un vaso sanguíneo que se manifiesta como una disminución de su volumen y estructura.

Un vasoconstrictor es una sustancia o estímulo ambiental que actúa sobre receptores específicos de la vasopresina o sobre adrenorreceptores; también se utilizan para reducir el flujo sanguíneo localmente.

Tiene también un efecto miorrelajante, es decir, que debido a una disminución en la conducción nervio-

sa, se produce una reducción del espasmo muscular.

La crioterapia tiene además un efecto analgésico, pues produce una especie de anestesia al bajar la velocidad de la conducción nerviosa.

Contribuye también con un efecto antiinflamatorio, pues reduce el edema gracias a una baja en la producción de mediadores químicos que son responsables de la inflamación.

Con ello se obtiene una mayor movilidad y se reducen las complicaciones de una lesión secundaria, por la disminución de oxígeno en la zona que provoca, a la larga, una acidosis celular y un incremento

de las secreciones nocivas que generan hematomas.

¿EN CUÁLES CASOS?

El procedimiento de la crioterapia es altamente recomendable en casos de postraumas agudos, criocinética (combinación de la terapia con frío y ejercicio); espasticidad, así como en quemaduras leves y superficiales.

También se puede emplear en a-

fecciones que presentan dolor y prurito, procesos inflamatorios y edemas;

afecciones cutáneas y estéticas, y en la fase hemorrágica de las lesiones.

La crioterapia se usa también en casos de contracturas y espasmos musculares y fiebre, aunque en este último caso se emplean

aplicaciones generalizadas por causas infecciosas, quirúrgicas, neurogénicas, por deshidratación o por drogas.

CONTRAINDICACIONES

No se recomienda la terapia de frío en casos de hipertensión arterial; rigidez articular o cuando hay heridas expuestas; cuando la persona presenta disminución de la sensibilidad o bien, vasoespasmos o aterosclerosis.

Tampoco se debe aplicar en casos de intolerancia al frío o de tromboangeitis obliterante ni en casos donde la persona padece la enfermedad de Raynaud, trastorno vasoespástico que causa la decoloración de los dedos de manos y pies y, ocasionalmente, en otras áreas.

APLICACIÓN

El protocolo RICE (por sus siglas en inglés) es el más adecuado para aplicar la crioterapia en casos de patologías traumáticas leves y moderadas que generen inflamación, edema y hemorragia, como son los esguinces, contusiones articulares o musculares.

Los pasos de aplicación consideran la crioterapia en sí como el inicio para obtener los efectos señalados; le sigue la compresión, a manera de inmovilización para favorecer la regeneración tisular y para disminuir la hemorragia. Este se debe mantener por un mínimo de dos días.

El siguiente paso es la elevación, para favorecer el retorno venoso; evitando edema e inflamación por la acción de la gravedad. Finalmente el reposo, que consiste en man-tener la lesión lo más descargada posible para aumentar la regeneración del tejido.

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Foto: Archivo Siglo Nuevo

Clasificados

ID: 1112978

elsiglo.mx