La primera gran crisis financiera del siglo XX y la recesión económica que le sucedió, conocida como la "Gran Depresión" (1929 y 1936), tuvo consecuencias sin precedentes como la caída dramática del empleo y los hechos que de esta situación se desprenden. Muchas décadas después se sigue tomando este periodo para hacer análisis y tomar referencias.
Muchas son las lecciones aprendidas de este periodo y también mucho lo que se ha escrito; sin embargo, no siempre se hace alusión al significado positivo de esta palabra, que se define, según la Real Academia, como "mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales".
Para los griegos, el concepto de crisis invitaba a pensar inmediatamente en su superación y provocaba la reflexión hacia las distintas posibilidades de superación que el concepto exigía. Aristóteles obligaba a los hombres a imaginar nuevas salidas, nuevas alternativas para mejorar la solución de los problemas y los desacuerdos sociales. La crisis desde el punto de vista de los griegos implicaba un cambio y la confianza para resolver conflictos y debates.
Con el tiempo la visión aristotélica de la crisis cambió. De acuerdo con la Ley de Say (un principio atribuido a Jean-Baptiste Say, 1803), cualquier crisis se ve simplemente como una perturbación temporal del ciclo productivo y no como un componente estructural de la naturaleza histórica del sistema.
En 1860, Clement Juglar (1819-1905), médico y estadístico francés, sostuvo que era posible establecer ciclos económicos con una periodicidad aproximada de entre siete y 12 años; antes ya otros autores habían coincidido en que las crisis a lo largo del siglo XIX poseían fechas muy precisas: 1816, 1825, 1836-37, 1847, 1857, 1866, 1873, 1893, 1896.
Los economistas Kondratiev, Kitchin, Mandel o Schumpeter también hablaban de ciclos en los que siempre hay una etapa de despegue, otra de auge y una de descenso que, a veces, abre el camino a la crisis, seguida con frecuencia de un colapso o de una parálisis general de la actividad productiva. La precisión en la medición y cálculo de la presencia de la crisis se debía, en gran medida, a una mayor y mejor comprensión de los factores productivos involucrados, como detonantes de las mismas.
Volviendo a la Gran Depresión, los factores ya han sido revisados y analizados y no en muchos casos han sido abordados desde la perspectiva aristotélica, de ahí que cobre importancia el libro "La Gran Recesión (2007-2012): lecciones y oportunidades para México", publicado por el IMEF y la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
Este proyecto que se propuso a la Fundación de Investigación del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) fue con la idea de dejar testimonio de las reflexiones y análisis de quienes, al mismo tiempo que autores de este libro, fueron actores y espectadores de los acontecimientos durante la crisis financiera de 2007-2009 y de su inesperada secuela, la crisis de la deuda soberana de los países europeos (2009-2012). Si los ciclos son periódicos se tiene que aprender.
Este autor también retomó el tema. En la introducción del libro de Normatividad bancaria 2015 (Quesada, Salinas, Germán. Editorial Pearson) se escribió: "2008 fue un año muy particular (incluso Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, dijo que la crisis financiera de ese año fue la peor en la historia mundial, superando a la Gran Depresión), con efectos negativos en el mundo de los que México salió bien librado, según Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, gracias a que tuvo un manejo acertado de la incertidumbre financiera".
Añadió que ese año marcó el inicio de una nueva era de coordinación económica mundial que puso en evidencia la necesidad de modificar el statu quo que prevalecía desde muchas décadas atrás en materia de regulación y supervisión financiera, y también de vinculación con el cliente del sistema financiero en general.
La propuesta fue ver la coyuntura de crisis desde una perspectiva aristotélica, así como lo plantea el libro La Gran Recesión (2007-2012): lecciones y oportunidades para México, en el que se reúne el trabajo de 23 investigadores mexicanos sobre las lecciones de teoría económica y políticas públicas aprendidas en medio de la atropellada realidad de los acontecimientos del periodo 2007-2012.
Presidente de la
Fundación IMEF
jose.antonio.quesada@mx.pwc.com