Joseph Blatter abandonó el jueves la seguridad de Suiza por primera vez en dos meses y llegó para el sorteo de las eliminatorias de la Copa del Mundo de 2018, mientras Rusia se quejó de que la comunicación con la FIFA se ha visto afectada por la crisis de corrupción.
Blatter ya no será presidente de la FIFA cuando se juegue el Mundial de 2018 en Rusia, ya que el dirigente dejará el cargo en siete meses, después de 18 años en el poder.
La incertidumbre sobre el liderazgo del futbol mundial provocó algunos problemas para Rusia, cuyo ministro de Deportes, Vitality Mutko, acompañó el jueves a Blatter a su llegada a un hotel en San Petersburgo.
El sorteo de las eliminatorias del Mundial es el sábado.
"Desde el punto de vista de la comunicación con la FIFA... no es tan sencilla como antes", dijo Mutko. "Si uno toma en cuenta que habrá un cambio en la administración en febrero, entonces se puede decir que la comunicación está algo estropeada. Pero en términos generales no es tan crítico, podemos lidiar con eso".
Desde el 27 de mayo, cuando la policía en Zúrich arrestó a varios dirigentes de la FIFA y allanó la sede del organismo, Blatter se ausentó de dos eventos importantes de futbol en países que tienen tratados de extradición con Estados Unidos.
Blatter no entregó el trofeo de campeón en el Mundial Sub-20 en Nueva Zelanda, y tampoco estuvo para la final de la Copa del Mundo de mujeres en Canadá.
