Imagine usted que de pronto se desata la guerra civil en su ciudad y en cuestión de horas tiene que huir con su esposa, hijos y familiares cercanos a otro país, caminar cientos de kilómetros y abandonar para siempre a sus amigos, su trabajo, negocio, casa y demás pertenencias.
O bien por la violencia de la delincuencia organizada es obligado a dejar todo e iniciar sin más una nueva vida en un país donde no conoce a nadie, se habla otro idioma y se profesa una religión distinta además de otras costumbres.
Estos son algunos de los escenarios que viven hoy en día millones de personas en lo que se considera la mayor ola migratoria internacional desde la segunda guerra mundial, hace ya setenta años. Este fenómeno que podría definirse como el peor "tsunami migratorio" lleva varios años en pleno crecimiento, se calcula que unos 60 millones de individuos se han desplazado internamente en sus países, emigrado o buscado asilo en otras naciones, todo ello por motivos sociales, políticos, económicos o de salud.
Si estos migrantes se reunieran en una misma región podrían integrar un país que por el tamaño de población se ubicaría en el número 24 del mundo, pero además la mitad de estos refugiados y migrantes serían niños.
Hoy se registran éxodos de América Latina hacia Estados Unidos, de África a los países europeos, de Siria a Turquía, Líbano y los países de Europa del Este y Central, también hay ola de migrantes de Kosovo, Afganistán y Albania con rumbo a la Europa del primer mundo además de otras regiones de Asia.
Siria, con su violenta guerra civil que encabeza el régimen de Bashar Al-Asad en contra del Estado Islámico (ISIS) y otros grupos radicales, provocó la expulsión de cuatro millones de personas que salieron del país en calidad de refugiados, además de otros 12 millones que se han desplazado internamente ante el temor de sumarse a la lista de 240,000 fallecidos.
Sólo en Turquía hay casi dos millones de sirios refugiados y miles más en Líbano. Otras decenas de miles han viajado por tierra hasta los países de Europa Occidental.
Actualmente son 630 mil los refugiados y migrantes que han ingresado a Europa de manera ilegal durante 2015. De ahí pues que el conflicto cobró dimensiones mayúsculas y ha sido abordado por dirigentes del primer mundo y por líderes de gran peso como el Papa Francisco.
Como suele ocurrir en estas tragedias humanas, las acciones que se han tomado han sido insuficientes, lentas y desarticuladas. Alemania es el país que mejor respuesta ha dado al dar acogida a 800 mil refugiados.
La canciller alemana Angela Merker dijo en su momento que "si Europa fracasa en el asunto de los refugiados, su cercana conexión con los derechos civiles universales quedará destruida".
Sostuvo también que "como país económicamente sano y fuerte, tenemos la fortaleza para hacer lo que sea necesario".
Gran Bretaña, Francia e Italia han dado respuestas tibias a esta crisis mientras que Estados Unidos anunció que recibirá este año a 70 mil refugiados y en 2016 a 100 mil, pero de esta cantidad serán apenas diez mil sirios lo que poco aporta a la solución de esta crisis.
México que expulsa a miles de migrantes al año, tampoco ha dado una respuesta solidaria en el caso de los sirios en contraste a lo ocurrido en décadas pasadas cuando recibió a miles de refugiados españoles, chilenos y argentinos.
La revista Time dedica esta semana un amplio y espléndido reportaje sobre este impactante fenómeno migratorio que sin duda cambiará el perfil demográfico de los países europeos como ya lo ha hecho con los Estados Unidos.
Desgraciadamente no parece haber soluciones en el corto plazo para contener esta ola ni tampoco señales de que vaya a reducirse el número de personas que huyen a otras regiones.
Según una encuesta mundial de Gallup -citada por Time-el 13 por ciento de la población mundial, es decir alrededor de 700 millones de habitantes, están dispuestos a mudarse de país. Estados Unidos es el destino más citado por al menos 150 millones de habitantes.
No anda tan errado el locuaz de Donald Trump cuando comenta que la caída de dictadores como Sadam Hussein y Muamar Gadafi, agravó los conflictos en el Medio Oriente y de ahí surgió el éxodo de migrantes.
Sin embargo, la situación es mucho más compleja y tiene que ver más con el crecimiento desigual del orbe. Mientras unos países se enriquecen salvajemente otros son cada día más pobres con todo y que la pobreza extrema se redujo al 9.6 por ciento de la población mundial.
APUNTE FINAL
"Pues dijo mi mamá que siempre sí" y todo indica que el presidente Enrique Peña Nieto estrenará en su viaje a Suiza, en enero de 2016, el flamante Boeing 787 Dreamliner que se convertirá en la nave presidencial más cara y moderna en el mundo. ¿Y el recorte presupuestal?, bien gracias compañeros.
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