A raíz del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, y del comienzo de un proceso de deshielo -paulatino- al que el pasado fin de semana asistimos como espectadores al atestiguar el saludo y posterior encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro, creo que muchos hemos reflexionado sobre la realidad y el futuro que les espera a nuestros hermanos de la isla.
Hace alrededor una década tuve la oportunidad de conocer Cuba. Antes de hacerlo y queriéndola comprender a fondo, comencé por aproximarme a sus escritores, e interesándome por su literatura y sus periodistas.
La realidad de cualquier país sería inentendible sin ellos. A través de la mirada de un creador, de lo que plasma y narra, ahí permanece la memoria que funge como huella de lo que alguna vez fuimos y lo que pretendemos llegar a ser. A una nación, sus artistas le dan colorido.
De Cuba me enamoré leyendo a quienes escribían desde ahí, y a otros que lo hicieron en el exilio y desde la nostalgia que siente el que añora.
Algún día, esperemos que en circunstancias distintas y cuando se palpe la verdadera libertad o por lo menos una mayor flexibilización del actual sistema político, me gustaría volver, caminar por sus calles y oír los boleros de tantos compositores cuya obra me acompaña desde niño.
Hoy no sólo desde el análisis y los periódicos y platicando con cubanos en el exilio, es como entiendo la realidad de aquel país. A Cuba también la comprendo un poco mejor gracias a Yoani Sánchez, una joven filóloga y periodista que pese a las enormes limitaciones tecnológicas que padece, hace algunos años consiguió abrir un blog que lleva por nombre "Generación Y", donde escribe y relata las tribulaciones cotidianas de su tierra.
Así como por otros comprendí a la Cuba del siglo veinte, a la de hoy la miro a la distancia a partir de lo que escribe Yoani tanto en los medios donde participa, como en la red social Twitter.
Galardonada con diversos premios y distinciones a nivel internacional tanto por su defensa de los derechos humanos como por el trabajo periodístico que desempeña, Yoani Sánchez es una acérrima crítica de Fidel y ahora de Raúl Castro, que inclusive mereció el apoyo de personajes como el expresidente de México Felipe Calderón, quien se ha manifestado a favor de las causas y la lucha de Yoani.
Después de una década de intentos fallidos por salir de Cuba y ver el mundo, fue hasta hace poco tiempo y gracias a la flexibilización de las restricciones para viajar, cuando Yoani obtuvo su pasaporte y pudo salir al extranjero. Al igual que Julio Verne, la bloguera y periodista emprendió un paseo muy publicitado de ochenta días donde visitó diversos países.
La lucha de Yoanni Sánchez y la de millones de cubanos que hoy se expresan con una mezcla de insatisfacción ante lo que viven y esperanza de lo que podría ser si se destensan las relaciones con Estados Unidos, es el ejemplo más grande del triunfo de la voluntad y de la importancia de nunca darse por vencido.
Ojalá algún día, en el marco de la nueva relación bilateral entre Cuba y Estados Unidos, ésa que pugna y le apuesta a zanjar grandes injusticias históricas como lo es el bloqueo económico, pero que también pretende revisar la situación de derechos humanos y la flexibilización del sistema político cubano actual; todo ello culmine en la Cuba que tantos millones de no han visto, la Cuba que la revolución les prometió y no pudo ser.
Una Cuba, valgan aquí los absolutos, libre.
Nos leemos en Twitter, sin lugar a dudas:
@patoloquasto