PARA USTEDES PADRES DE FAMILIA
Medidas preventivas para tener un óptima salud bucodental.
Visitar a su dentista cuando no tenga ninguna molestia, es decir acuda a una valoración preventiva.
Visite a su dentista cada 6 meses o cuando menos cada año.
Cepille sus dientes tres veces al día.
Si ingiere alimentos entre comidas, cepille sus dientes después de haberlos ingerido, sobre todo si son pastelillos, dulces etc.
Acuda a realizarse una limpieza de sus dientes cuando menos cada año.
Utilice la seda dental para limpiar los espacios entre los dientes, donde el cepillo no puede llegar.
Si está usando aparatos de ortodoncia, adquiera todos los instrumentos necesarios para una correcta limpieza de los mismos.
Si usted ha perdido alguna pieza dental, acuda a remplazarla antes de que su mordida cambie.
Tener en cuenta estas medidas preventivas nos permitirá evitar padecimientos bucodentales y gastos innecesarios.
Aprovecho la ocasión para felicitar a todos los papás en su día, y les comparto esta bonita reflexión.
Amado Hijo.
El día en que este viejo ya no sea el mismo ten paciencia y compréndeme, cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme mis zapatos, tenme paciencia, recuerda las horas que pasé enseñándote hacer las mismas cosas.
Si cuando conversas conmigo, repito las mismas palabras y sabes de sobra cómo terminan, no me interrumpas y escúchame.
Cuando eras pequeño, para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerraras los ojitos.
Cuando estemos reunidos y haga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas, piensa cuantas veces cuando niño te ayudé y estuve paciente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.
No me reproches el que no quiera bañarme, no me regañes por ello, recuerda los momentos en que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacer más agradable tu baño.
Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entenderte, suplico que me des todo el tiempo que sea necesario, para no lastimarme con tu sonrisa burlona.
Acuérdate que fui yo quien te enseñó tantas cosas, comer, vestirte, y cómo enfrentarte a la vida tan bien como lo haces, todo ello es producto de mi esfuerzo y perseverancia.
Cuando un momento mientras conversamos me llegue a olvidar de lo que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que me recuerde y si no puedo hacerlo no te impacientes, tal vez no era tan importante, lo que quería, es estar contigo en ese momento.
Si alguna vez ya no quiero comer no me insistas, sé cuánto puedo y cuándo no debo, también compréndeme que con el tiempo ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.
Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo, cuando comenzabas a caminar con tus débiles piernitas.
Por último, cuando algún día oigas decir que ya no quiero vivir y sólo deseo morir, no te enfades.
Algún día entenderás que esto no tiene nada que ver con tu cariño o cuanto te amé.
Trata de comprender que ya no vivo, sobrevivo y eso ya no es vivir.
Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que haz debido recorrer.
Piensa entonces que con ese paso me adelantaré.
Estaré construyendo para ti, otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo, no te sientas triste, enojándote o impotente por verme así.
Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como cuando empezaste a vivir.
De la misma manera como yo te he apoyado en tu sendero, te ruego me acompañes al terminar el mío.
Dame amor, paciencia y te devolveré gratitud y sonrisas con el mismo amor que te tengo.
Tu Viejo.
"Es la prevención, nuestra mayor preocupación".