Cultura. Los danzantes le imprimen un peculiar estilo y muestran la riqueza de nuestra cultura.
Con su peculiar estilo en la que se fusionan los sonidos de la tambora con la del huapango o la cumbia, los grupos de matachines de Francisco I. Madero, dan muestra de sus mejores 'pisadas' para venerar a San Judas Tadeo.
Por varios puntos de la ciudad el día de ayer se observaron los grupos de danzantes con su tradicional y contrastante vestimenta en la que imperan los colores "chillantes", cada integrante le imprime su estilo para danzarle al santo de las causas difíciles, como ofrenda o pago por los favores recibidos durante el año.
Al son de la tambora, violín, teclado y acordeón, con gran devoción los danzantes daban una cátedra magistral de la riqueza de nuestras tradiciones.
Ricardo Venegas es originario del ejido Corralitos y desde hace unos 10 años fundó la danza del señor San José, compuesta por más de 40 integrantes, la cual por su peculiar forma de danzar, los han invitado para hacer exhibiciones en Saltillo.
Al preguntarle por qué la fusión de música de huapango o cumbia con la tambora, dice que es una idea que tuvo, imprimiéndole así su propio sello.
Y es que originalmente en la llamada danza de pluma se utiliza el violín con la tambora; de ahí tomó la idea.
Los matachines se mueven al son de canciones como La del moño colorado, La abeja miope o El pao, pao.
Repertorio
Entre todos hacen una selección de las canciones que integrarán el repertorio y luego empiezan a idear los pasos. Para 'armar' una canción les toma una semana de ensayo.