Relato asombroso de cómo Edmundo Dantes, personaje ficticio que escapó del castillo de If, prisión inexpugnable convirtiéndose en el Conde de Montecristo con un tesoro de 14,000 millones de dólares que le legó su compañero de celda, el abate Faría, dedicándose, una vez afuera, a planear como vengarse de quienes le inventaron los cargos por los que fue encerrado. Aunque hay que señalar que en lo único que coinciden Joaquín "El Chapo" Guzmán con el personaje creado por Alejandro Dumas es en que las prisiones donde los llevaron eran invulnerables, tanto, que en ambos casos, tarde que temprano lograron evadirse.
En un primer caso envolviéndose en la mortaja del abate y en el otro por un túnel montando una motocicleta dejada ex profeso por sus cómplices.
Llevaba en su bolsillo trasero la lista que lo consideró merecedor al título de millonario otorgado por la revista Forbes, que lo mantuvo cuatro largos años hasta que decidió suprimirlo en 2013 considerado uno de los más ricos del mundo. Se sentía orgulloso de la distinción que le hizo la revista Forbes grabándola en la tapa de la culata de su pistola una Colt calibre 45 con la leyenda "billionarie Phorbes 701" con incrustaciones de oro y diamantes, que le fue incautada por elementos de la Armada de México en su primera captura. El arma es de uso exclusivo de las fuerzas armadas según establece la ley Federal de Armas de fuego y Explosivos, que en ese entonces fue valuada en 303 mil dólares.
Ahora de nuevo huye. Se considera que recibió ayuda de gente de afuera y de gente de adentro. Recreemos cómo sucedieron los hechos: todo el personal de la prisión cayó en un estado de catalepsia súbita. En un trastorno en que los nervios los paralizaban, estaban histéricos, por lo que hacían o no hacían apoderándose de algunos de pesado sueño que los hacía estremecerse de emoción gozosa como la que les embargaba cuando de niños recibieron un pastel con embadurnado con un rico betún de chocolate. Eso y la amenaza y el que sus familiares pudieran verse involucrados en una represalia los cogía en un vendaval que los azotaba como si de pronto hubieran caído en una caótica e interminable pesadilla.
Bien, sea como sea, tarde o temprano será localizado y llamado a rendir cuentas a la justicia. No podrá ir muy lejos. El mundo se ha ido haciendo muy pequeño. No habrá lugar en que pueda estar suficientemente lejos como para que alguien escape de la estricta aplicación de la ley. Hasta este momento se ha respetado el derecho de utilizar los propios tribunales para defender sus derechos, Los tiempos de hacer justicia sin ajustarse a los procedimientos legales quedaron atrás. Actualmente los tribunales actúan y dan la razón al que la tiene; vivimos en un estado de derecho que todos estamos obligados a respetar.
