¿la debilidad absoluta te hace puro?"— Harry Shearer
Un comando de la escuela normal de Ayotzinapa irrumpió con violencia en la Fiscalía General de Guerrero este 21 de septiembre y realizó destrozos dentro y fuera de las instalaciones. Los normalistas atacaron también vehículos privados y públicos. El fiscal guerrerense, Miguel Ángel Godínez, dijo que se ha iniciado una averiguación previa por los destrozos, pero nadie espera que la investigación pueda resultar en alguna acción legal contra los agresores.
En las instalaciones de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa hay decenas de camiones y autobuses robados que la autoridad no ha hecho esfuerzo por recuperar. Por lo pronto, los estudiantes pudieron realizar los destrozos en la Fiscalía con absoluta tranquilidad ya que ninguna autoridad se atrevió a intervenir.
Un día antes un grupo de normalistas, quizá el mismo, bloqueó durante horas la Autopista del Sol. Desde 2014 el gobierno federal se comprometió a que esta vía de comunicación, crucial para Acapulco y otros lugares de Guerrero, no sería ya cerrada. Los normalistas usaron camiones robados para bloquear la carretera. La policía se abstuvo de intervenir.
Ayer otro grupo de normalistas robó e incendió un tráiler en el libramiento de Tixtla-Chilpancingo. A bordo de doce autobuses robados, los normalistas se retiraron, pero se enfrentaron posteriormente violentamente a un grupo de policías.
Un artículo en el periódico español El País de Jan Martínez Ahrens ratificaba esta semana que el Ejército estuvo consciente de que en la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 se estaba produciendo la cacería de normalistas por la policía municipal de Iguala. El mando militar tomó la decisión de no intervenir. "No te acerques mucho ni te arriesgues", fue la instrucción que un agente de inteligencia militar recibió de su oficial.
El secretario de Defensa, el general Salvador Cienfuegos, señaló desde 2014 que "el Ejército no puede actuar en acciones civiles o de seguridad pública si no es a petición de una autoridad local". El gobierno municipal de Iguala no sólo no pidió ayuda sino que informó al Ejército que no había ningún problema. Pero los mandos militares sabían lo que estaba ocurriendo.
En Macuspana, Tabasco, un tren se descarriló el lunes, al parecer después de que un grupo aflojó los durmientes. El tren fue objeto de un saqueo organizado, principalmente de sacos de cemento, mientras que la policía y un grupo de militares simplemente observaban los hechos. El secretario de gobierno de Tabasco, Raúl Ojeda, explicó que las autoridades no hicieron nada porque "había más de 500 gentes que estaban en el saqueo" (sic). La empresa de ferrocarril y los dueños de la mercancía tendrán que asumir los costos de los daños y el robo.
También el lunes un grupo de encapuchados tomó con violencia las instalaciones del Colegio de Ciencias y Humanidades Vallejo de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tres personas resultaron lesionadas en una verdadera batalla campal. Ni la policía capitalina ni las fuerzas de seguridad de la UNAM quisieron intervenir.
En San Juan Chamula, Chiapas, dos hombres detenidos por el presunto robo de un automóvil fueron sacados de una cárcel y quemados vivos. Si bien un centenar de policías llegaron al lugar, no intervinieron porque la multitud estaba enardecida.
Me dicen que México tiene un gobierno autoritario que hace un uso excesivo y abusivo de la fuerza pública. No lo sé. Quizá haya abusos del gobierno o de funcionarios en ciertos momentos y lugares. Pero veo más bien un Estado débil, sin la capacidad o el valor de cumplir con sus más básicas responsabilidades. La principal víctima es el ciudadano.
CONGESTIONAMIENTO
México es la segunda ciudad con mayor congestionamiento de tránsito en el mundo. Según el índice Tom Tom, en el D.F. se pierde un 55 por ciento de tiempo por atascos. Sólo Estambul, Turquía, tiene un índice superior: 58 por ciento. El problema es falta de infraestructura y transporte público más que número de vehículos.
Twitter: @SergioSarmiento