Vitaly Mutko, ministro de Deportes de Rusia, y Joseph Blatter, presidente de la FIFA.
El hecho de que tres patrocinadores de segundo orden de la Copa Mundial hayan optado por no renovar sus contratos para el certamen de Rusia en 2018 no es nada nuevo en el negocio deportivo, afirmó la FIFA ayer.
Los contratos de Castrol, Continental y Johnson & Johnson expiran en diciembre en medio de las denuncias por corrupción que implican a miembros del comité ejecutivo de la organización rectora del futbol mundial.
Las tres firmas se encuentran en una lista de ocho patrocinadores de segundo orden que en conjunto abonaron 524 millones de dólares para la Copa Mundial de Brasil 2014, que recaudó más de 4,000 millones de dólares para la FIFA.
Se anticipa que el torneo del 2018 recaudará por lo menos 5,000 millones de dólares gracias a mejores contratos de transmisión y a una nueva estrategia de mercadeo de la FIFA que incluye más patrocinadores.
Aunque a los patrocinadores se les instó a oponerse a las denuncias de corrupción en la FIFA, no lo hizo ninguno de los tres que no renovaron contrato.
En una declaración ayer, el director de comercialización de la FIFA, Thierry Weil, dijo que su salida era normal. "Las rotaciones al final de un ciclo de patrocinio es común en el negocio del deporte", afirmó. "Es natural que las firmas revalúen sus patrocinios con el cambio de estrategia".
Cinco de los 14 principales patrocinadores de la FIFA se han alejado en los últimos 6 meses. Dos de los anunciantes de primer nivel, Sony y Emirates, no quisieron renovar por un ciclo de dos copas mundiales que también abarcaba la de Catar en 2022.