Unos 3,700 inmigrantes procedentes de diferentes países africanos han abandonado Sudáfrica por la ola de ataques xenófobos que vivió esa nación el mes pasado, anunció ayer el ministro del Interior, Malusi Gigaba. La violencia contra extranjeros se desató a finales de marzo en zonas deprimidas de población negra de la ciudad oriental de Durban y se extendió poco después a Johannesburgo. Miles de inmigrantes tuvieron que abandonar sus hogares tras ser agredidos y ver sus casas y negocios saqueados, en un estallido xenófobo que se cobró la vida de al menos siete personas. "Creo que regresarán" a Sudáfrica, dijo ayer el ministro Gigaba sobre quienes han vuelto a sus países de origen en una rueda de prensa celebrada en la sede del Parlamento en Ciudad del Cabo, informó la Agencia Africana de Noticias (ANA).