Denuncian abuso de policías

Un grupo de 20 personas acudieron a esta casa editora para denunciar los abusos de autoridad de parte del director de Seguridad Pública en Francisco I. Madero, Alberto Rodríguez.

Lo acusaron de golpear y detener de manera arbitraria a un joven el pasado viernes, cuando asistía a un baile que se realizó en los terrenos de la que fue la empresa Anderson Clayton.

Luis Carlos Cepeda Andrade, padre del afectado, denunció que tras ser detenido su hijo, permaneció 18 horas incomunicado y fue torturado y amenazado de muerte.

Dijo que el director de la corporación ingería bebidas embriagantes y provocó al muchacho y éste sin saber de quién se trataba, contesto la agresión, pero el funcionario pidió el apoyo de los elementos policíacos, quienes detuvieron al joven, lo trasladaron a celdas de la Policía para luego atentar contra su integridad física.

"Indebidamente, el señor estaba ingiriendo bebidas embriagantes y él le buscó 'camorra' a mi muchacho y él sin saber de quién se trataba le contestó y fue detenido, y en la ergástula lo torturaron con las esposas puestas".

"Estamos secuestrados. Tenemos miedo y en las demás comunidades pasa lo mismo porque la gente no quiere denunciar", dijo

"Cuando le fui a pedir una explicación por lo que le había hecho a mi muchacho, con palabras altisonantes el señor de la Dirección de Seguridad Pública me dijo: 'Váyase y si quiero a su muchacho lo mato y lo desaparezco'".

Los inconformes hicieron responsable, tanto al alcalde David Flores, como al director de la Seguridad de lo que la pasé a la familia, tras hacer público el incidente.

"Nosotros tenemos la creencia que él mismo (el alcalde), ordenó la agresión porque hay una persecución política porque yo contendí contra él por la presidencia municipal".

Y es que dijo que el alcalde ha incurrido en algunas irregularidades en contra de él. "Yo he investigado y todos me dicen que es orden del presidente", dijo.

Finalmente, expusieron que hay antecedentes de muertes "accidentales" en las instalaciones de la Policía municipal, cuando la realidad es que han muerto por las torturas que ejercen los uniformados.