Hospital. Tres niños fallecieron en los ataques al hospital de Kunduz en Afganistán.
La oficina de Médicos sin Fronteras (MSF) en España consideró ayer como "un crimen de guerra" el ataque del fin de semana contra el hospital de la organización en la norteña ciudad afgana de Kunduz, que dejó 22 muertos, entre su personal y pacientes.
En una declaración, el director general de la oficina de MSF en la ciudad de Barcelona, expresó que la organización internacional de ayuda médica está a disgusto por las recientes declaraciones de algunas autoridades de de Afganistán que justifican el ataque.
El gobierno de Afganistán informó que se llevó a cabo un ataque aéreo "en las proximidades" del hospital contra insurgentes talibanes que estaban disparando directamente a personal militar estadounidense desde esa zona y que estaban usando el inmueble "como un escudo".
"Estas declaraciones implican que las fuerzas afganas y estadounidenses que trabajan juntos decidieron arrasar al suelo un hospital - con más de 180 empleados y pacientes - porque dicen que miembros de los talibán estaban ahí. Esto equivale a una confesión de un crimen de guerra", acotó.
Esto, agregó Tubau, supone el reconocimiento de un "crimen de guerra" y contradice totalmente las intenciones del gobierno de Estados Unidos de minimizar el ataque como "daño colateral".
"No puede haber justificación para este ataque abominable en nuestro hospital que ha acabado con la vida de personal de MSF mientras trabajaban y de pacientes que yacían en sus camas".
Las fuerzas aéreas estadounidenses bombardearon por "error" el hospital de MSF en Kunduz durante la madrugada del sábado pasado, provocando la muerte de 12 miembros del personal de la organización no gubernamental (ONG) y de 10 pacientes, entre ellos tres niños.