Peligro. El Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi denuncia la presencia de una red de trata de personas en la región. (AGENCIA)
El Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi en este año y en un lapso de tres meses aproximadamente, ha detectado tres casos de posible trata de menores de edad en la región. Denuncian la presencia de redes y la falta de capacitación de las autoridades para su detección.
"Lo que nos hemos dado cuenta es que hay redes, es cuestión de saber investigar, saber en dónde están; es un fenómeno que no nos damos cuenta, que no sabemos mucho de él, pero nos damos cuenta con esos casos", dijo Antonio Esparza, del área de Articulación e Incidencia del Centro.
No es la primera vez que un grupo de la sociedad civil denuncia estos casos, en julio, el Grupo Víctimas por sus Desaparecidos en Acción (Vida) denunció en su sesión plenaria con las autoridades de los tres niveles de gobierno, la existencia de tres puntos en Torreón en los que presuntamente operaba una red de trata de personas. En ese encuentro, el subprocurador de Investigación y Búsqueda de Personas No Localizadas, Juan José Yáñez Arreola, aclaró que su departamento no investiga la trata y que se canalizaría la denuncia.
Pero de acuerdo con Esparza, las autoridades para emitir alertar y emprender acciones no tienen la capacitación necesaria ni tampoco la sensibilidad para tratar estos casos, ya que el argumento que han dado a los padres de familia de las víctimas ha sido el de "seguramente se fue con el novio", lo que indigna y preocupa a la organización.
Por fortuna, señala que dos de estos tres casos se resolvieron de manera satisfactoria, gracias a la pronta actuación sobre todo de los padres y de las autoridades de la Procuraduría General de la República, que se encargó de investigar los casos.
Más que alertar a las familias, el Centro pide a los padres de familia tener una estrecha comunicación con sus hijos, para evitar que caigan en estas redes.
Y es que explica que uno de los "modus operandi" de este tipo de organizaciones, es "enamorar" a sus víctimas hasta engancharlas para facilitar su salida de la ciudad.
"Una de las cosas que sí podrían hacer los papás es saber de sus hijos, tener mucha comunicación con ellos, tener el control sobre ellos creo que eso no funciona; saber sus planes, sus aspiraciones, sus sueños, sus preocupaciones, así ayudamos a que los chicos le vayan teniendo más confianza a los papás … y ahí nos va a ir dando como pistas, el saber quiénes son sus amigos, si es posible llegar a la confianza de que nos den sus números telefónicos, o sus domicilios con quienes conviven… eso ayudaría mucho para evitar muchas de esas cosas".