Comparativo. En Corea la productividad aumentó 40 veces más que en México en 50 años.
El diagnóstico es desalentador: México ocupa el último lugar en productividad en la lista de la OCDE.
Desde hace 20 años, el país crece a una tasa promedio anual que ronda 2% y su productividad aumentó apenas 2.4% en ese período, con tasas de 0.12% en promedio al año, afirma Luis Serra, director de Investigación, del Centro de Investigación para el Desarrollo, AC (CIDAC).
"En comparación, la productividad de Corea aumentó 86%, más de 40 veces la nuestra, aun cuando éramos países muy similares en la década de los 50", dice.
Para revertir los rezagos del modelo económico que mantiene en la pobreza a 50 millones de mexicanos, los expertos recomiendan fortalecer la industria nacional y el mercado interno con innovación, incentivos fiscales, financiamiento y educación vinculada a la empresa.
También es necesario, aseguran, apoyar -que no proteger-- a los sectores industriales que padecieron la apertura comercial "indiscriminada" y la competencia desleal de productos importados a bajo costo, mediante prácticas de dumping, subvaluación, triangulación y contrabando.
Los expertos reconocen que México ha tenido éxito en la estabilidad macroeconómica, al controlar la inflación y mantener estable el tipo de cambio. Pero ahora la producción y los ingresos petroleros cayeron 46% y el aumento de 26% en la recaudación en el último año no alcanza para tapar el agujero en las finanzas públicas.
Por eso piden una verdadera reforma fiscal que distribuya bien los recursos, ofrezca incentivos para la inversión y el crecimiento, revierta la informalidad, premie a los contribuyentes cumplidos y transparente los criterios para las exenciones y facilidades fiscales, que representan "una renuncia fiscal" que equivale a 6% del PIB, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Sin embargo, ninguna medida será suficiente, ni siquiera las reformas estructurales, si México no atiende la pobreza y el rezago social, dice Edna Jaimes, directora de México Evalúa. "Si no logramos incluir a esos mexicanos a la economía que produce, no vamos a lograr crecer", asegura.
CABEZA INTERMEDIA
A los empresarios les preocupa que sólo las exportaciones sostengan el crecimiento. Por eso les urge una nueva política industrial, incentivos fiscales, financiamiento, políticas de innovación, tecnologías de punta y más inversión gubernamental para ampliar la planta productiva.
Advierten que hay que fortalecer a las pymes para que den un salto hacia adelante. Incorporarlas en las cadenas de valor de sectores que "jalan" inversión, como el automotriz, el aeroespacial y ahora el energético.
Rodrigo Alpízar, de la Canacintra, advierte: México no puede seguir siendo el país de la maquila y la manufactura, que atrajo inversión por la mano de obra barata, pero no logró transferencia de tecnología ni aumentó el consumo de productos nacionales para la industria, dice.
Después de 30 años, afirma, México sigue importando 85% de los insumos del sector maquilador. "Es una industria de exportación de importaciones con valor agregado", y advierte que en la industria energética corremos el mismo riesgo si el país no desarrolla un cluster de proveduría local.
Para evitarlo, Canacintra propone una nueva política de sustitución de importaciones. No para proteger a la industria como en los años 70, sino para que las empresas compren a los proveedores nacionales e impulsen el mercado interno.
Para detectar las debilidades y fortalezas de la productividad nacional, empresarios, gobierno y academia revisan en el comité nacional de productividad 8 sectores prioritarios. Éstos son comercio al por menor, turismo, gastronomía, autopartes, proveeduría aeroespacial, agroindustria, electricidad electrónica y energía.
Algunos generan empleo de mala calidad y tiene baja productividad, otros son altamente productividad y con potencial para crecer, y están los que suponen áreas de oportunidad como el sector energético, explica Herrera, de la Concamin.
Los empresarios asumen su parte de responsabilidad en la falta de productividady crecimiento.
Admiten que también apostaron por el mercado externo, las exportaciones y las utilidades en el corto plazo.
Pero todos coinciden: México necesita políticas públicas de innovación y desarrollo tecnológico para la industria de la transformación; de educación, capacitación y fortalecimiento del recurso humano, un plan nacional para la micro y mediana empresa.
También es necesario, dicen, impulsar el desarrollo regional para un crecimiento más parejo. "No es posible que el Bajío crezca a un ritmo de 5%, mientras el resto del país se debate en el 2%", dice Herrera, de Concamin.
APERTURA AFECTÓ
A pesar de sus bondades comerciales, la apertura tuvo un costo en el país: "Dejó a la buena de Dios a los empresarios, con el argumento de que el mercado corrige sus fallas de manera natural", advierte Alpízar, de Canacintra.
No fue así y a partir del TLCAN, los empresarios se dieron cuenta de que sí se requiere la intervención del Estado para generar política pública que haga frente a las economías de escala y a las prácticas de competencia desleal como el dumping, la subvaloración, la triangulación y el contrabando.
Los empresarios celebran por eso medidas como los decretos de 2014 en favor de la industria del calzado y textil. El primero endureció las condiciones para la importación y canceló la desregulación arancelaria, y el segundo estableció una vigilancia más estricta para prevenir la importación de productos subvaluados.
Sin embargo, los expertos también advierte que es necesario buscar alternativas para la supervivencia de los sectores industriales porque México está inserto en el escenario mundial y hay la exigencia de ser competitivo y abierto.
Castañón, de Coparmex, asegura que precisamente el mercado mundial ha generado las especializaciones en las regiones del país. Las inversiones llegan a México porque ven condiciones y la calidad de nuestros trabajadores, dice.
CIDAC elaboró un ranking de parques industriales que presentó en 2014, y en el que identificó a los estados mejor posicionados con base en competitividad de la región, seguridad, servicios de la región y del parque, y tamaño del mercado.
Encontró que una de las desventajas para la competitividad internacional es la infraestructura. "En Tijuana llevan llevan años pidiendo un ferrocarril y, en lugar de que el gobierno lo proyectara en el norte, donde era más necesario desde el punto de vista productivo, decidió planearlo en Querétaro, dice Serra.
Por eso Manuel Molano, director adjunto del Imco, considera que todavía falta mucha competitividad en materia de inversión y de licitaciones para no financiar ocurrencias de políticos, sino sólo proyectos con altas tasas de rentabilidad social y privada.
"Al país se le va una cantidad bestial de recursos en vivienda y en infraestructura", dice Molano. "Pero ya no podemos darnos el lujo de hacer elefantes blancos y proyectos carreteros que conectan la nada con la dimensión desconocida".
CABEZA INTERMEDIA
El modelo económico que durante 20 años ha mantenido sus expectativas de crecimiento en la apertura y el mercado exterior, ahora tiene que mirar hacia adentro y admitir que no fue suficiente para revertir el rezago social.
Expertos y empresarios admiten que el bienestar es condición para el crecimiento, pero sus caminos para alcanzarlo son diferentes. Unos aseguran que primero hay que incrementar la productividad y otros afirman que llegó el momento de subir salarios.
Todos coinciden, en cambio, en la ineficiencia del gasto y las políticas económicas y sociales para atender la pobreza.
"El problema -dice Jaimes-- es que no hemos incluido la pobreza y la exclusión como trabas estructurales del crecimiento".
Hay un México partido en dos, dice, "y para el México que no consume, que no produce, que está excluido, no hay políticas públicas eficaces ni han servido los modelos económicos para su inclusión".
Hugo Beteta, de la Cepal, advierte que al hablar de política social, "en lugar de ver hacia la Secretaría de Desarrollo Social, hay que mirar hacia Hacienda", porque allí se deciden las prioridades del país, mediante la asignación de recursos públicos.
Por eso los expertos coinciden en que es importante la revisión del gasto que ha propuesto Hacienda. "Pero antes hay que amarrarle las manos al Congreso porque hacemos demasiadas asignaciones discrecionales", dice Manuel Molano, del IMCO.
En la opacidad fermenta la corrupción, coinciden todos, que es sin duda uno de los mayores obstáculos para el crecimiento.
Para los empresarios, la corrupción ha llegado a un punto inaceptable y es su principal preocupación, seguida de la seguridad, de acuerdo con una encuesta de la consultora KPMG.
Las esperanzas están en el Sistema Anticorrupción, pero hay que presionar para que la próxima Legislatura emita pronto las leyes secundarias, dice Castañón, presidente de la Coparmex.
La corrupción afecta la legalidad, la certidumbre para la inversión y el estado de derecho. "Allí estamos en la calle de la amargura", dice Molano, del IMCO.
"No somos competitivos en justicia y derechos de propiedad, que son funciones básicas de gobierno: Proteger a las personas en su dignidad, en su propiedad y sus derechos".
Tiene razón. El estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México, de KPMG, también arrojó este año que la inseguridad vuelve a ser una"Hasta julio del año pasado teníamos un optimismo desbordado", dice Alpízar, de Canacintra. Pero después de Ayotzinapa, de todos los escándalos de corrupción, la caída del petróleo y el recorte al presupuesto, "por supuesto que ha habido lapsos de desánimo", dice.
Hay mucho que cambiar para que el país deje de tropezar con una crisis cada 4 años, como advierte el IMCO.
Pero para eso "necesitamos que las instituciones nos brinden un clima permanente de confianza para desarrollarnos", dice Castañón, presidente de la Coparmex.