Detención. Se detuvo a uno de los hermanos Díaz Rodríguez y exigieron su liberación. (EL SIGLO DE TORREÓN)
De nueva cuenta se suscitó un intento de desalojo, que estuvo a punto de terminar en trifulca en un establo localizado en unas parcelas del ejido Alamito, en el municipio de Francisco I. Madero.
Y es que para llevar a cabo la acción, las personas que reclaman la propiedad del predio pidieron la intervención de la fuerza pública y maquinaria pesada para dañar la tubería del pozo de riego para cortarles el agua, situación que ocasionó el enojo de los pobladores del ejido Nuevo León, de donde son originarios los actuales posesionarios del predio, por lo que de inmediato se concentraron en el lugar decenas de personas para impedir el desalojo.
Artemio Díaz Esquivel, uno de los posesionarios del predio, platicó que hace unos 18 años, su papá Lázaro Díaz Rodríguez le compró los derechos de tierra a 10 ejidatarios, las cuales sumaban las 34 hectáreas y le vendieron también la noria, pero algunas de las personas que hicieron el trato ya no viven y desde hace años, Guadalupe Castañeda, comisariado ejidal y Jesús Villarreal, exdiputado federal, junto con otros herederos de las personas que vendieron el predio a Lázaro Díaz Rodríguez, impugnaron la negociación, pese a que ésta quedó estipulada ante el Registro Agrario Nacional (RAN).
Dijo que para que el Tribunal Agrario les ratifique la posesión de las tierras a los hijos de Lázaro Díaz, Mario Luis y Lázaro Díaz Rodríguez, quienes fueron nombrados albaceas de la familia, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tendrá que otorgar el documento a su favor para explotar el pozo de agua.
"Para 'tumbar' la negociación que hizo mi papá, hicieron una compra-venta ficticia con los herederos. Se falseó documentación y ellos alegan que mi papá hizo una compra fraudulenta, pero todo se hizo legalmente, ante Notario Público y quedó en el Registro Agrario Nacional", dijo Artemio Díaz.
Al predio llegaron elementos de la Sedena, Policía Municipal y el Grupo de Armás Tácticas, y de acuerdo a lo que declaró Artemio Díaz, fue el secretario del Ayuntamiento, Francisco Pedroza, quien autorizó el desalojo, sin tener noción del proceso legal que sigue el Tribunal Agrario.
Al darse cuenta que el establo estaba "sitiado" por las fuerzas de seguridad, algunas personas del ejido Nuevo León se congregaron para apoyar a los hermanos Díaz Rodríguez, incluso uno de ellos fue detenido bajo los cargos de alteración del orden y acudieron a las instalaciones de Seguridad Pública para exigir su liberación.
