La fuga de tres peligrosos delincuentes vinculados al narcotráfico, quienes cumplían condenas a cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad en Argentina, provocó una grave crisis política para el presidente Mauricio Macri.
A sólo 18 días de haber comenzado su gestión, Macri tiene que enfrentar la conmoción de un escape que es interpretado como un "pago de favores" de policías corruptos hacia los criminales o una amenaza mafiosa para su gobierno. La madrugada del sábado, Victor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta, condenados por el crimen de los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina se fugaron del penal de General Alvear, ubicado en la provincia de Buenos Aires. El caso, que se conoció como "triple crimen", ocurrió en agosto de 2008.