Viñedos de Cuna de Tierra.
El estado de Guanajuato tiene mucho que ofrecer, destino obligado para los amantes del buen vino.
Vinícola Toyán en San Miguel de Allende
Regresar a la naturaleza. Ése es el lema de este viñedo dedicado a cultivar, de forma orgánica, las cepas de Chardonay, Sauvignon, Cabernet y Merlot. Su producción de vino es tan pequeña y exclusiva que apenas alcanzan a cubrir el mercado local.
Para conocer sus cultivos y la cava, hay que hacer un recorrido de una hora, que incluye la cata de dos de sus mejores vinos y dos copas más de cortesía. El maridaje se hace con quesos orgánicos. Puedes solicitar una comida o cena. Para los niños, hay un tour especial.
Carretera San Miguel de Allende-Buenavista, Km. 8 (www.vinicolatoyan.com).
Cuna de Tierra en Dolores, Hidalgo
Recorre los viñedos de la bodega Vega Manchón, mejor conocida como Cuna de Tierra. Hay préstamo de bicicletas y renta de caballos para dar un paseo. Su construcción de diseño minimalista le valió una medalla de plata en la XIII Bienal de Arquitectura Mexicana. En compañía de un guía, sube a la Torre de Tierra, un mirador con sala de catas. Se degustan cuatro etiquetas y después la especialidad de la casa: trucha asalmonada y panes artesanales. Hay observaciones astronómicas y un taller para crear tu propio vino. Carretera Dolores Hidalgo-San Luis de la Paz Km. 11.5 (cunadetierra.com.mx).
Enoexperiencias en Dolores, Hidalgo
Coyote Canyon Adventures ofrece recorridos exclusivos dentro de la bodega Cuna de Tierra. En compañía del chef Julián Goldstone, conoce el proceso de elaboración de su línea premium Pago de Vega, que además incluye una comida de cuatro tiempos cocinada especialmente por el chef y la cata de cinco vinos. Otro de sus tours enseña todo sobre el cultivo de la vid. Para ello, se aborda un tractor agrícola que concluye en un picnic con quesos, carnes frías y panes locales. La mejor temporada es durante la vendimia. En San Miguel de Allende. Reservaciones al (415) 154 4193) o en www.coyotecanyonadventures.com.
Dos Búhos en San Miguel de Allende
En primavera, los visitantes pueden plantar su propia cepa de Tempranillo o Cabernet. Después, se van a la bodega, donde se guarda la producción anual de cinco mil botellas, todas artesanales. Los vinos son elaborados orgánicamente y se degustan en una sala de arte. Son dos degustaciones por persona. Se imparten cursos de enología. Carretera San Miguel de Allende-Querétaro, Km. 6 (dosbuhos.com).
