Tubería. Con tubos de drenaje como barda, opera la despepitadora de algodón que está junto al fraccionamiento San Patricio. (EL SIGLO DE TORREÓN)
En lugar de bardas construidas para separarla de la calle y los vecinos de los alrededores, la planta despepitadora de algodón Emiliano Zapata tiene tubos de drenaje de concreto como muros, sin que hasta el momento esto haya sido motivo de alguna observación o señalamiento por parte de las dependencias municipales.
La empresa, que inició operaciones desde octubre del año pasado, está rodeada por tubería de concreto en algunos puntos y esta situación es, para los habitantes del fraccionamiento San Patricio, un riesgo adicional a todos los que ya les aporta al estar a tan sólo unos metros de distancia de sus viviendas.
A consideración de los gomezpalatinos que ahí residen, la presencia de dichos tubos no representa ninguna garantía de protección hacia los alrededores de la planta, de manera que es una de las muchas situaciones que el propietario deberá atender.
Desde el pasado fin de semana, se determinó el cierre temporal de la planta algodonera, por un período de seis días, durante el cual se atenderían algunas medidas para dejar de emitir partículas de ese producto hacia el fraccionamiento.
También se revisaría lo relacionado con las emisiones de ruido, que a decir de los vecinos sí han estado por encima de los decibeles máximos permitidos, contrario a las inspecciones que ha efectuado semanas atrás el personal del Instituto de Ecología y Protección al Ambiente.
Los encargados de dependencias municipales revisan las condiciones de operación de la planta despepitadora de algodón Emiliano Zapata, luego de que ésta se incendió la tarde del pasado martes y aumentó el rechazo de las familias que viven en ese sector.