El autor. El poeta lagunero Miguel Morales es autor de varios libros, ahora publica Hojas desprendidas en la colección Arena de poesía del Conaculta y la Secretaría de Cultura de Coahuila.
Editado en la colección arena de poesía, del Conaculta y la Secretaría de Cultura de Coahuila, el libro Hojas desprendidas, del lagunero Miguel Morales, es una selección personal del autor, con obras de diferentes publicaciones a lo largo de una rica carrera poética.
"Intenté reunir poemas que hubieran tenido cierto éxito en el periplo, en lecturas públicas, reuniones con amigos, convocatorias de fomento a la lectura que hicieron varias instituciones, textos que gustaron mucho entre los asistentes y que yo me di cuenta que los lectores se estaban encariñando a ellos", comentó el poeta lagunero.
Aunque quedaron por fuera muchos poemas que Miguel Morales hubiera querido incluir, debido al formato de cincuenta cuartillas de la edición, el poemario es un camino por los temas recurrentes en la obra de un escritor para quien la lectura además se convierte en un referente de vida.
"Es un poemario que yo también pensé, para los jóvenes, para fomentar el hábito de la lectura y también para enriquecer este acervo literario dedicado a los lectores jóvenes, por los temas, el lenguaje, la función de textos cercanos, coloquiales", agregó.
Un poemario que permite al lector un efecto de charla casual, en las calles, el café y que repasa a través de los títulos, un deseo entrañable de crear un puente afectivo con los amigos, los vecinos o ese desconocido que busca una interpretación de la realidad desde la poesía.
Sobre los estilos y formas contemporáneas de las poesía y el lenguaje el poeta lagunero comentó:
"Pienso en el temperamento del escritor, del que hace versos, algo que respeto mucho, la intención de quien hace versos, lo que quiere comunicar, no creo que un poeta se cierra cuando elabora un poema cuyo lenguaje no es tan claro, lo significativo del poema es que cada cual encuentre un significado".
El que se atreve a leer poesía, puede darle su propio significado, lograr una conversación con el autor, explica el poeta lagunero.
"La poesía nos cura de las perversiones del lenguaje, eso es maravilloso, yo estoy convencido de esta idea y de este impacto porque a mí la poesía y las prácticas de meditación tibetana son las que han estado salvando mi vida, y la poesía es la que me ha dado las herramientas para interactuar con los demás de manera más afectiva y transparente".
Morales explica que es precisamente la poesía la que lo ha hecho más humano, mejor persona y le ha abierto horizontes más palpables para sentir su espíritu y el de los demás.
"Los años en los que yo me aparté de la poesía, siento que me extravíe como persona, cada vez que vuelvo a beber en las fuentes inagotables de la poesía, me encuentro otra vez conmigo, y cuando estrecho esos horizontes creando a través de la palabra poética, es cuando soy verdaderamente humano, la vida sin poesía para mí no tiene sentido".
Para el autor de Otra vez el paraíso, si en la escuela le piden a un niño que lea a Borges, le puede parecer aburrida la poesía, pero eso es el resultado de quienes no tienen puntería como facilitadores de lectura, por lo tanto hay que empezar con textos más didácticos, con un mayor acercamiento a su realidad, para que el niño entienda que éste le permite expresar muchas cosas de su mundo y conocerlo mejor, para que se enamore del lenguaje y sea capaz de entrarle a cualquier texto.
"Al lector hay que darle los textos a su medida y en el momento adecuado, pero primero hay que enseñarles a enamorarse de la lengua castellana, porque no puedes darle al otro aquello que no tienes, por eso hay que enamorarse del lenguaje, esa gran herencia de los españoles".
Con varios libros inéditos, listos para publicar, el lagunero no deja de escribir, espera terminar varios textos y seguir puliendo materiales que desde hace años trabaja, mientras lee a los poetas de su generación como Luis Armenta Malpica.
Algunos proyectos
El poeta lagunero Miguel Morales dijo que además cuenta con varios materiales que ha venido trabajando y se encuentran inéditos, como Trébol de cuatro hojas, Acordeón Malverde, que no es ninguna apología de ese México oscuro y complicado, es el país de los migrantes, los nadie, donde toca la vida y los corazones de esos hombres que viven en la desesperanza y la buscan.
Otro libro que tiene listo es Ciudadano en bruto, al igual que Romancero Pick up, además de un cuentario que se llama Relatos que rifan, cinco materiales que tiene listos y además uno en el que actualmente trabaja, El evangelio según mi perro atropellado, donde narra un poco la necesidad de compasión por los animales.
Otros títulos
Miguel Morales es autor de:
⇒ Celebración del Chamán.
⇒ El doraje y la campana.
⇒ Círculo de luna.