La justicia de Estados Unidos dejó al descubierto un crimen del que muchos sospechaban y algunos estaban convencidos, pero nadie había destapado: la corrupción en el mundo del futbol.
La procuradora general de Estados Unidos, Loretta Lynch, presentó ayer una acusación de 161 páginas que describe una red de corrupción en la que están involucradas 14 personas -nueve dirigentes y cinco empresarios-, quienes enfrentan 47 cargos por crimen organizado, fraude y lavado de dinero.
Estas personas se enriquecieron del futbol internacional por medios ilícitos durante 24 años.
"(Esta red de corrupción es) rampante, sistémica y (está) profundamente enraizada", dijo Lynch en conferencia de prensa.
Los dirigentes se beneficiaron de sus posiciones en la FIFA y en las confederaciones regionales, como la Concacaf y la Conmebol, para solicitar sobornos a cambios de derechos comerciales. "Lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo", denunció Lynch.
Hubo siete altos dirigentes de la FIFA detenidos en Zurich, Suiza, donde se elegirían nuevas autoridades para la organización.
