ENTRADA.- No obstante que estamos a tres años de las elecciones presidenciales de 2018, ya se agitan las olas. Y uno se preguntaría: Los destapes prematuros que estamos viendo tan distantes cronológicamente de las fechas, son buenos o no para el desarrollo político y económico de este país.
SOPA.- Por lo pronto, Margarita Zavala cónyuge de Felipe Calderón quien gobernó este país, anunció urbi et orbi la decisión de lanzar su candidatura a la presidencia de la república para 2018. Así mismo, el jefe de Gobierno del Distrito Federal Miguel Ángel Mancera también se tiró al ruedo, ello no obstante haber sido arrollado por "Morena" en las recientes elecciones en el D.F. El hombre sin partido declaró que él también tiene su corazoncito y se apunta para el cabalístico 2018.
Por lo que respecta a Andrés Manuel López Obrador ni se diga, este inquieto político tiene 15 años en plena e interminable campaña para ocupar la silla en Palacio Nacional, por lo que su postulación no es ninguna novedad. Estará en la boleta para presidente.
En Puebla de los Ángeles también se calentaron los camotes, cuando el senador y exsecretario del trabajo en el régimen calderonista Javier Lozano, destapó al gobernador poblano Rafael Moreno Valle como aspirante a la presidencia, esto en contra de la esposa de su expatrón.
Falta y al tiempo, saber quiénes más se calentarán y como el "Borras", se tiren al ruedo. Esto quiere decir que Morena, PAN y PRD ya tienen aspirante a la presidencial y el PAN hasta dos.
Faltaría contabilizar a Movimiento Ciudadano, "Al Bronco" y a los independientes que quieran sumarse a la gran caravana de 2018. El único que no enseña la oreja ni da color es el PRI, quien siguiendo su ancestral liturgia y ritos paganos, esperará hasta las mismas vísperas para destapar a su tapado.
PLATO FUERTE.- El destape de la esposa de Felipe Calderón cayó como bomba al seno del PAN; y hay razones. No es la candidata de Gustavo Madero ni de Vicente Fox ni muchos dirigentes blanquiazules quienes consideran a esa familia como personas que no tienen llenadero. No obstante haber sido seis años la primera dama del país y haber impulsado la candidatura de la hermana del presidente Calderón para el gobierno de Michoacán, quiere seguir mamando del presupuesto. Con su actitud, la dirigencia panista se quejará de que le vienen trastocando y adelantando fechas, brincándose procedimientos y estatutos, cosa que finalmente dividirá a los azules.
Como ejemplo está Javier Lozano destapando para el PAN al Rafael Moreno Valle. Esto tendrá como consecuencia un largo período de dos años y medio durante los cuales tratarán de destruirse y descalificarse unos a otros. Y es que dos años y medio es mucho tiempo para sobrevivir en una lucha interna pactada de dos a tres caídas sin límite de tiempo; pero así les gusta y ni modo.
Por lo que respecta al PRD, partido que fuera aporreado por Morena en el D.F., estaría en las mismas condiciones que el PAN con motivo del autodestape de Miguel Ángel Mancera, pero más debilitado. Los Navarrete, los Chuchos, los Bejarano, las Padiernas, las tribus, los Morenistas infiltrados y los Marcelos nunca llegarán a ponerse de acuerdo en tema tan delicado como es el candidato a la presidencia por el PRD y en esta lucha de dos años y medio terminarán por destruir lo casi nada que queda del PRD y de sus protagonistas.
De una u otra manera, los prematuros destapes y el anticipado inicio de la carrera por la presidencia de la república por parte de los inquietos aspirantes no son una buena señal. Por lo pronto se dañará de manera irreversible al régimen de Peña Nieto, quien se verá enredado, además de los problemas políticos, económicos y sociales que actualmente sufre, en una lucha preelectoral muy anticipada que dará la impresión de que su régimen está por terminar no siendo así, pues aún faltan tres años.
El daño se fermentará como caldo de cultivo en los medios y redes sociales desfigurando los tiempos y normas de los destapes y agitando las aguas en un régimen, que por ahora, lo que más necesita es confianza y estabilidad para cumplir con sus compromisos electores y la aplicación efectiva de las reformas estructurales, pero así se vinieron las cosas.
POSTRE.- De agasajo y fiesta nacional podríamos considerar la pérdida del registro del Partido del Trabajo, PT. Esta entidad pública propiedad del paracaidista invasor Alberto Anaya, le redituó cientos de millones de pesos como para dejar a sus próximas tres o cuatro generaciones sin problema económico alguno. Uno menos pegado a las ubres del presupuesto.