21 de junio
Un Hijo en las manos de un Padre terrenal, es como la arcilla para el escultor.
Como la arenilla húmeda que toma el artista en sus manos para darle forma, el Padre recibe en sus manos abiertas, al recién nacido. En esos momentos supremos se hace responsable ante Dios y ante los hombres, de la tarea sagrada de formar y guiar a los hijos en el camino de la vida, ante la cual el recién llegado ha de transitar.
La paternidad principia desde el momento en que el hombre piensa y planea, formar un hogar y cuando ha habido un acuerdo entre él y una mujer, la novia.
La paternidad se compara a una gran estructura celular. Las células se organizan para formar tejidos, órganos, aparatos y sistemas en el cuerpo humano. Las células comienzan a diferenciarse de acuerdo con las características propias de cada organismo. Cuando termina el proceso de desarrollo de un ser vivo, se dice que ha llegado a la madurez, si todos sus órganos, aparatos y sistemas están totalmente formados y funcionan.
Una célula viva completa guarda en su estructura todos los componentes que la hacen una.
Este principio es vigente en todos los niveles de vida, tanto en la ciencia, como en la organización social.
Una Familia, es como un sistema, se compone de partes para formar un todo. Los hijos son esas maravillosas partes que independientemente uno de otros, coexisten, se ayudan, para formar un grupo compacto y fuerte, que es El Hogar.
Un verdadero hogar, necesita de una cabeza inteligente que lo sepa dirigir. La capacidad de un hombre, como ser humano y como Padre de familia, le dará siempre la satisfacción de verse potencialmente reflejado en sus propios hijos. Les sabrá trasmitir principios morales firmes, como gustos, aficiones, ideales, etc.
El Día del Padre, aunque es tarea de todos los días, se celebra un día como hoy, el tercer domingo del mes de junio de cada año en el que se le rinde un homenaje especial.
En la casa paterna, "Cabeza de Familias", se reúnen todos. Los hijos con sus esposas, las hijas con sus esposos y todos los nietos.
Hoy es un domingo especial. Van y vienen todos los niños por toda la casa. Ríen, lloran, gritan, y los abuelos felices con ellos. Se ha roto la rutina de las semanas del año en curso. Hoy es el Día del Padre y del Abuelo.
"HE AQUÍ QUE COMO EL BARRO EN LAS MANOS DEL ALFARERO, ASÍ SOIS VOSOTROS EN MI MANO", DICE EL SEÑOR DIOS, EL SEÑOR DIOS.
Él nos formó del barro de la tierra. Él nos dio el Soplo Divino que nos hace conscientes en la tarea de ser padres. Él es nuestro Padre Perfecto. Él moldea al hombre y le da la capacidad de formar a su vez a sus hijos.
Felicitamos a todos los padres de familia. A los padres que saben serlo, a los que no han negado el AMOR y el cuidado a sus hijos. A los padres de familia que ante DIOS, no llegarán con las manos vacías, sino que dirán que la obra que les fue encomendada se ha cumplido.
Y para los padres ausentes de este mundo, también decimos: ¡Gracias a Dios, por habernos dado un Padre terrenal que nos dejó como herencia, la nobleza de corazón y respeto a nuestros semejantes.
