William Loo, jefe adjunto de la División Anticorrupción de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), advirtió que México cuenta con "niveles muy bajos" para castigar la corrupción nacional e internacional en su territorio.
En el "Seminario para promover la integridad y evadir la corrupción: Perspectivas comparadas desde los países de la OCDE", organizado por el Senado, señaló que México no tiene recursos ni personal suficientes para trabajar en casos difíciles de corrupción, que hay una constante rotación de investigadores, falta de expertos y se requiere que se castigue a quienes cometen actos de corrupción.
"Quizá no sean perfectas, pero son lo suficientemente buenas, y las fallas que tienen no son suficientemente grandes para evitar que se ejecuten estas leyes", dijo al citar conclusiones de la OCDE en el marco de la Convención contra el Soborno de la que México forma parte.
Loo presentó una serie de recomendaciones para combatir el soborno y la corrupción en el país. Dijo que "la cultura" de los procuradores e investigadores tienen que cambiar a fin de empezar a investigar y acusar no sólo a funcionarios sino a particulares y compañías.
Indicó que además debe haber mayores recursos, así como una mayor capacitación de los investigadores para que tengan habilidades de contabilidad forense, y de tecnologías de la información, una cabal independencia al momento de realizar su trabajo y la facultad para seguir el flujo de dinero.
Juan Manuel Portal, auditor superior de la Federación, dijo por separado que la creación de un sistema Nacional Anticorrupción revela que México enfrenta un problema que demanda máxima atención.
Subrayó que los mexicanos se encuentran ante el dilema de estructurar los cambios en la materia de tal manera que eviten la fragmentación de las instituciones involucradas o entrar a un debate donde la esencia del cambio gire en torno a ofertas partidistas.