Los esfuerzos del gobierno de Afganistán por evitar la tortura en prisiones o centros de detención han mostrado avances en los últimos dos años, pero la práctica persiste y se debe ejercer más empeño para eliminarla, señaló un informe de la ONU.
El estudio de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) divulgado este miércoles, abordó el periodo 2013-2014 y encontró una disminución de 14 por ciento en la cantidad de detenidos que fueron torturados o maltratados, en comparación con el periodo analizado previamente.
Sin embargo, una tercera parte de las personas entrevistadas para el informe, dijeron haber sido torturadas, por lo que UNAMA llamó a reforzar el combate a ese flagelo.
El informe mencionó la existencia de centros de detención ilegales operados por las propias autoridades e indicó que muchos agentes de policía y seguridad siguen considerando a la tortura como un recurso apropiado para obtener información.
El jefe de la UNAMA, Nicholas Haysom, instó a hacer más para erradicar la persistencia de esos abusos y reconoció los esfuerzos del nuevo gobierno hacia ese objetivo.
En ese renglón, destacó el plan nacional para la eliminación de la tortura propuesto por las autoridades, que incluiría reformas legislativas, ratificación de los instrumentos internacionales contra la tortura, reparación a las víctimas y educación, entre otras medidas.